La diligencia es una de esas pelis que sientan las bases de un género cinematográfico. Aunque parte de una historia muy sencilla, el guion consigue construir, con bastante solvencia, un desarrollo de personajes creíble y unas relaciones entre personajes, al menos, funcionales (Aunque la creada entre el personaje de Wayne y otro, es un poco de aquella manera) y, en general, nos otorga unos personajes repletos de carisma. En definitiva, en mi opinión, el guion simplemente consigue ser solvente para asentar las bases de lo que más le interesaba hacer a John Ford aquí, que no es otra cosa que trasladarnos al Oeste americano. Y, ciertamente, lo consiguió.

No creo que sorprenda a nadie si digo que John Ford sabía dirigir cómo Dios. Esta peli es una prueba más de ello. Todo el tramo final es buena demostración de cómo generar tensión por medio de las imágenes que ruedas y de cómo colocas la cámara en el "campo de batalla".
La sensación de apremio, de situación límite, está muy bien plasmada durante todo ese último tercio del viaje de nuestros protagonistas.
Por otro lado, esa grandilocuencia a través de los planos generales, que nos muestran esos enormes paisajes áridos y desiertos también hace de este visionado un espectáculo en si mismo. Las imágenes pese a tener ochenta años siguen funcionando, en ese aspecto, con la perfección de un reloj suizo.

Poco más que añadir, creo que "La diligencia" es una notable película, que visualmente es excelente, pero que se ve, en mi opinión, lastrada por un guion bastante simplón que solo hace avanzar la trama pero no aporta ese extra de profundidad o reflexión que si tenemos en otras películas del género como Centauros del desierto.
En cualquier caso, muy recomendable su visionado y una buena forma de introducirse en este género cinematográfico.