Entretenido documental dirigido por Dan Reed para la cadena HBO.

El filme trata del abordaje mediático que el inefable Alex Jones realiza de la masacre de Sandy Hook, en diciembre del '12 y las consecuencias judiciales del mismo.

A lo nuestro. Es un documental ameno, por eso está aprobado. Un poco largo para la historia que relata, pero pasable al fin. Lo que vengo a analizar aquí es la forma de encarar lo acaecido. Es superficial e infantil el imputar como único culpable a Alex Jones y no al supuesto 24% de americanos (unas 70 millones de personas) que descreen de la versión oficial de los hechos. Siempre es fácil fabricar un villano, lo difícil es revisar cómo se deja llegar al villano a ese lugar. Brilla por lo distinto la siempre valiente película "El huevo de la serpiente" (1977), que se atreve a sindicar al propio pueblo alemán como artífice y responsable de la llegada de cierto abominable dirigente político al poder, quien a su vez era fruto de la época que le tocó vivir.

Alex Jones es culpable de la práctica más común en el capitalismo actual: la venta provocativa de un producto dudoso. En este caso, con la condición agravada que utilizó una masacre y el dolor de unos padres consternados por el fallecimiento de sus hijos. Eso sí es repudiable. De los usuarios anónimos que amenazaron y escribieron cosas espantosas en las redes sociales no sabemos nada. No van a pagar por lo brutal de sus palabras, de su conducta hostigadora. Los empresarios de las redes sociales no se hacen cargo tampoco de la habilitación de ciertos discursos de odio. Los periodistas que avalan guerras obscenas o toman bando por alguna de las facciones en pugna, antes de venderte una hamburguesa o una camisa: bien, gracias.

Finalizo la crítica con un mensaje hacia algún despistado: no soy "fan" de Alex Jones. Nunca miré de él más que algún video corto que pulula subtitulado por allí. No me interesa. Pero no es Alex Jones, son los anónimos extendidos por el mundo de las redes sociales, los seres más aterradores. El señor Jones ya tiene dos sentencias en las cuales se lo insta a pagar lo que le corresponde por lo que dijo.