Entró el pequeño Dustin Hoffman en 1967 por la puerta grande del Cine. Lo hizo como objeto de deseo de la señora Robinson, quien, por obra y gracia de Simon y Garfunkel, dio la vuelta al mundo del uno al otro confín. Desde entonces, desde ese remoto 1967, como Capitán Garfio o como autista, de hombre o de mujer, Dustin Hoffman ha fascinado a propios y a extraños, conseguido dos oscars, se ha peleado con Meryl Streep y sigue en la brecha.
EL GRADUADO es la historia de un triángulo amoroso entre Benjamin Braddock, una madre y una hija. Y también habla de lo peligroso que puede ser presuponerle a un joven imberbe las condiciones necesarias para triunfar en la vida.
Maravillosa, como siempre, junto a Dustin, Anne Bancroft. Y, menos competente, Katharine Ross, que no tiene los ojos castaños y que estuvo ahí, mientras sonaban canciones del uno al otro confín y otras, imaginadas, que rompían el silencio y a las que nadie puso voz.