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España España · La ciudad soñada
Voto de Rick Moranis:
4
Intriga. Thriller Después de ser secuestrado, Paul Conroy (Ryan Reynolds), contratista civil en Irak, se despierta enterrado vivo en un viejo ataúd de madera, sin más recursos que un teléfono móvil y un mechero. El teléfono podría ser el único medio que lo salvara de esa mortal pesadilla, pero la precariedad de la cobertura y la escasa batería parecen obstáculos insuperables en su lucha contra el tiempo: sólo dispone de 90 minutos para ser rescatado ... [+]
2 de octubre de 2010
17 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estimados amigos, esta película tiene el siguiente presupuesto: 3 millones de dólares (que al cambio actual son aproximadamente 2.200.000 €). Ante tal desorbitada cifra que ni en la peor de mis pesadillas puedo encontrarle una explicación lógica, una pregunta me atormenta sin cesar: ¿dónde carajo se gastó Rodrigo Cortés tamaña cantidad de dinero?. He aquí algunas de las posibles teorías:
1. Se lo gastó en la madera del ataúd trasladada exclusivamente de los bellos bosques de Montejaque (Málaga).
2. Se lo gastó en la terrorífica serpiente de color verde aterciopelado importada del zoo municipal de Sebastopol (República de Ucrania).
3. Se lo gastó en pagar el caché del showman/entrenador de fútbol José Mourinho (la voz del islamista iraquí que pide un rescate al protagonista es totalmente idéntica a la de Mourinho).
4. Se lo gastó en pagar la factura de teléfono del protagonista (pues se pasa media película haciendo llamadas transoceánicas a Estados Unidos y eso cuesta una pasta gansa).
5. Se lo gastó en varios cientos de mecheros "Zippo" (no me creo que utilizase el protagonista el mismo durante tantas horas de cautiverio. Un mechero iba sustituyendo a otro y así sucesivamente).
6. Se lo gastó en el whisky que llevaba Ryan Reynolds en su petaca (sin duda estaríamos hablando de un whisky de la marca "Mister Mayerling" gran reserva de 90 años criado en una barrica de roble panamericano).
7. Se lo gastó en los tubos verdes fluorescentes que contenían auténtico plutonio líquido (estaríamos ante una ultrapoderosa arma de guerra y futuro desencadenante de la 3ª guerra mundial).
8. Se lo gastó en el pedazo de teléfono móvil de vanguardia al cual nunca se le acababa la batería tras múltiples llamadas maratonianas y casi siempre tenía cobertura a pesar de estar a varios metros bajo tierra (sin duda estaríamos ante un móvil diseñado por ingenieros de la NASA, astrofísicos de la universidad de Columbia y patafísicos de la más fina escuela de Fernando Arrabal).
Resumiendo, sinceramente pienso que si el señor Rodrigo Cortés (no sé si es el hermano secreto de Chiquetete) no se gastó los 3 millones de dólares americanos en alguno de los conceptos antes mencionados, este individuo es el terror de los sagrados fundamentos de la historia de la economía.
Sin lugar a dudas, Rodrigo Cortés es un despilfarrador del quince. He dicho.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Rick Moranis
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