-No me creo que sea posible formar familia y lazos tan profundos e íntimos de seis años y que luego todo sea mentira. Algo de verdad tiene que haber, sino el engaño empezaría a oler mucho antes, esas cosas 'se notan' y la relación pasaría a ser insostenible. Habría que estar demasiado ciego para vivir tanto tiempo con un psicópata y no darse cuenta.

-Cuando Goldie va a ver a la madre del 'marido psícopata', alentada por la llamada de esta, se encuentra a su marido supuestamente muerto, este le da una explicación (regulera y para mi gusto no del todo comprensible, pero gran actuación) y la otra se va. Me sorpendió que no preguntara nada por la madre, y como no, en el acto siguiente se muestra un plano del dormitorio con la madre asesinada (ahí la película nos desvela sutilmente que el rollo que le había contado el marido era una milonga).

-La sempiterna persecución-enfrentamiento final carece de la crudeza y originalidad que podemos ver en las películas de la última década, que tratan de innovar respecto a la simpleza que suele presentar el desarrollo de esos 'combates', predecibles, estirados (gracias a una clamorosa falta de efectividad de la parte inferior que luego por exigencias del guión siempre tiene que terminar venciendo) e ilógicos. Pero hay casos de películas de la época que sí que me han satisfecho en ese sentido, todo hay que decirlo.

Pero destaco su capacidad para generar suspense e inquietar, en el cine el buen oficio, el artesanal, gana a todos los millones y tecnologías. Por lo comentado se puede decir que no se sostiene, pero tampoco es de lo peor que se haya rodado.