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Voto de El Extranjero :
3
5,7
2.781
Romance. Drama
Cuba, 1958. Dictadura del general Batista. Jack Weil (Robert Redford), un tahúr profesional, se encuentra en La Habana con la intención de jugar la partida de póker de su vida. Vive completamente al margen de la política, pero en seguida se da cuenta de que la ciudad es un auténtico nido de espías, policía secreta y revolucionarios castristas. En vísperas de la revolución de 1959, su placentera y despreocupada vida experimenta un cambio ... [+]
28 de junio de 2018
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría parecer por el tema del juego, Redford como galán seductor de posición social y económica envidiable, una mujer guapa que cortejar, pero no, no tiene nada que ver. Tenemos un metraje ambientado en la Cuba precastrista, escenario en el cual nace una atracción entre un americano despreocupado al que le gusta el juego y una joven comunista que opera a escondidas. El dicho romance o mejor dicho las escenas que ambos comparten no tienen ni la cuarta parte de la química que desprendían Redford y Moore en la película a la que hago referencia en el título de mi crítica, curiosamente una de las más vilipendiadas del prolífico actor por parte de la crítica, cuando es uno de sus papeles más reconocidos, aclamados, y desde mi punto de vista, logrados. Aunque la película engancha, tiene tramos aburridos que hacen mella en la paciencia del espectador. Por si fuera poco no me ha gustado mucho ese final.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Primero, después de que la salva de una muerte segura en primera instancia no se ve a la mujer ni muy entusiasmada de que su amante soñado la rescatara así como tampoco demasiado agradecida cosa que al espectador se le hace insípida. Después cuando las cosas parece que van mejor, este, en un inigualable acto de buena fe e inconmensurable nobleza va y le dice que su marido sigue vivo, recibiendo como respuesta una injusta retahíla de gritos, golpes e insultos. Al final se ven una vez más y a pesar de que ella se va a 'vivir la vida' como aquel quien dice, él queda tocado hasta el punto de que años después sigue yendo a una playa esperando encontrarla allí.
Yo no hubiera dicho nada de que el marido sigue vivo si tanto la quisiera, otro que por cierto no se tomó nada bien el imposible rescate a lo espía que le brindó Redford.
Yo no hubiera dicho nada de que el marido sigue vivo si tanto la quisiera, otro que por cierto no se tomó nada bien el imposible rescate a lo espía que le brindó Redford.