Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Córdoba
Voto de PaulPsicosis:
9
Aventuras Europa Occidental, principios del siglo XVI. Una banda de mercenarios que se dedica al pillaje y está encabezada por el soldado Martin, pretende robar a Arnolfini, su anterior señor feudal. Para ello Martin forma un ejército con el dinero conseguido del robo de reliquias. Después de secuestrar a la hijastra de Arnolfini, la princesa Agnes, la salva de ser violada y ésta le promete amor eterno. (FILMAFFINITY)
6 de febrero de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Flesh + Blood es una película bisagra en la carrera de Verhoeven, si bien es su primera producción en Hollywood (aunque en coproducción con Holanda, fue distribuida por la Metro Goldwyn Meyer), tiene como protagonista a Rutger Hauer (el actor con el que más trabajó en sus películas holandesas). En ella están muy presentes las dos mayores obsesiones de Verhoeven: el sexo y la religión. Y no es para menos en una película ambientada en la Edad Media (en una década donde abundan las películas ambientadas en este período, pero las demás están lejos de ser tan políticamente incorrectas como esta). La película trata sobre una pandilla de mercenarios, que deciden vengarse de su último señor feudal, por no haberles pagado y secuestran a la futura esposa de su hijo. Justamente la protagonista femenina (una jovenzuela Jennifer Jason Leigh) es la desencadenante de un triángulo amoroso entre su prometido y su captor. Esta es una especie de heroína-villana que suele aparecer en la filmografía de Verhoeven (Sharon Stone como Catherine en Bajos instintos es el ejemplo más conocido), por lo que muchas veces se consideró a Verhoeven un director misógino. Algo que es bastante discutible, ya que las películas son bastante ambiguas en ese sentido. Ya que si bien la mujer suele desencadenar la tragedia en las películas (en Spetters ya había otro triángulo amoroso), a la vez es la que toma las riendas del asunto y la que mejor parada sale en cuanto a inteligencia. En fin, con Flesh + Blood, Verhoeven empezó a demostrar que fue uno de los directores post-cine clásico que más supo aprovechar el sistema de estudios de Hollywood, para poder seguir desarrollando una carrera personal y autoral con sus obsesiones de siempre y a la vez tener algunos éxitos de taquilla (y algunos fracasos también), que gustaron a un público bastante amplio. Además de ser uno de los pocos europeos que desembarcaron en la década del 80 en el cine norteamericano y que no bajaron el nivel de su obra posterior (y en este caso, más de una vez se superó a si mismo, sobre todo, en mi opinión, con Robocop y Showgirls).
PaulPsicosis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow