Por favor, esto hay que aclararlo. Si ya tenía la duda en la primera, en esta segunda es ya imperioso saber la respuesta. ¿Es que se ha hecho vegetariano? ¿O es que nos evitan las impresionantes imágenes de sus momentos de caza? Que hipocritillas somos.

Más divertida que la anterior, aunque mucho más intrascendente. Así, lo comido por lo servido, están prácticamente al mismo nivel. Esta vez sí, la ardilla tiene unas de las escenas más graciosas con unas pirañas de por medio, pero sigue sin convencerme demasiado sus apariciones, no sé por qué.

Eso sí, Diego continúa tan fantástico como siempre. Me encanta su tranquila presencia, su fina ironía y su tremenda sensibilidad para con los demás, aunque sus dientes afilados digan lo contrario. Además, para completar su grandeza, le han sacado una debilidad que le hace aún más encantador.

Bonita idea la de la huida del deshielo y la extinción de los mamut. Y, como siempre, las mismas gracietas que no aseguran la carcajada, aunque lo de la mamut es completamente surrealista, eso no se puede negar.

Con todo, se hace amena y entretenida, así que para un rato, no está mal.