Me han engañado a base de bien. Diecisiete minutos mal contados son los que aparece Michael Fassbender. Ewan McGregor, por suerte, tiene más peso, pero en fin, a mi esto no me convence en absoluto, que aquí fallan un par de cosillas. Mis dos pelirrojos favoritos frente a frente y todo desperdiciado.

Primero que nada decir que Soderbergh me gusta. Es un director distinto en su gremio, y además se diferencia con mucha clase, con estilo, con sus propios colores y tonos, consciente de que es un director con voluntad y no una máquina de producción en masa. Eso está muy bien, así que ver cualquiera de sus películas es un gustazo técnico y artístico. Segundo, las peleas en su concepto son excelentes, nítidas, cuidadas y realistas... bueno, realistas en tanto la acción recurre a una luchadora de artes marciales y las coreografías se desarrollan con inteligencia y concisión. Esto es un gran punto a su favor, y se lo agradezco a Soderbergh.

Pero es que, claro, en el mismo saco tenemos que comprar que una chica, por muy fuerte que sea, le de una manta de palos a todos sus enemigos hombres (¿por qué todos son varones?), tan fuertes o más que ella. Seguro que más. Vale lo de Channing Tatum, por la ayuda que le prestan, y hasta la carrerita con el secuestrador, pero imposible ya a mi parecer lo de Fassbender. Imposible. Este ejercicio de acción-fantasía no es algo malo de por sí, pero el problema son dos: que nos quieren convencer de que no es un engaño y que por mi parte y dada la situación no siento especial orgullo femenino en presenciar esa superioridad física de ella frente a ellos.

Además, vaya heroína. Ya me da igual que sea hombre o mujer, el caso es que esta Mallory copia lo peor de la moderna masculinidad. Se ve que los protagonistas solo pueden ser insensibles, duros como piedras, chulitos e impertérritos pase lo que pase. ¿Quién te va a caer bien con esa personalidad? Por supuesto, la chica ni se cansa ni suda, ni apenas sufre heridas con los golpes que le dan. El colmo es que se pierde incluso la seducción: simplemente se lleva a la cama a todo lo que se mueve, sin más. No seré yo quien defienda a James Bond como personaje, pero observemos que al menos Bond conquista a su presa. Mallory no.

El guión ciertamente se hace lento. ¿Quizá porque la intriga no está bien dosificada? Quizá. Cuando todo se descubre vemos que es lo que ya se sabía, solo que tratando de justificarlo. No se justifica. Además, ni siquiera me queda claro. Por ejemplo: ¿cuál es el papel de Michael Douglas?

Quién sabe, a lo mejor estaba despistada pensando en Fassbender y su momento toalla tras la ducha. Uff.