Siempre recordaré esta como "una película de mamá", y ver cómo miraba enamoradísima la pantalla del televisor cada vez que veíamos esta película gravada en VHS y cantaba en bajito "Has amado a una mujer de veras".

Johnny Deep encarna al mítico Don Juan en un mundo moderno. Este no encuentra sentido a la vida, ya que su amada no le corresponde a pesar de ser el mejor amante del mundo, e intenta suicidarse. Acaba siendo tratado en un psiquiátrico por el dr. Mikler (Marlon Brando), Don Octavio de Flores en su fantasía. Este escucha su historia mientras se mezclan la fantasía del joven y el realismo del adulto, que se encuentra a si mismo gracias a su paciente. "[...] sois como yo un gran amante, aunque quizás hayáis perdido el rumbo y vuestro estilo", me encanta esta descripción que Don Juan hace de su psiquiatra.

Y luego te mueres de amor.