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Voto de Ferdydurke:
4
7,1
1.864
Thriller. Drama. Romance
México, 1949. Coral Fabre, una enfermera de pacientes terminales que lucha por sacar adelante a sus dos hijos, sueña con la imagen de Charles Boyer. En el consultorio del corazón de una de las revistas que acostumbra a leer, encuentra un anuncio de un tal Nicolás Estrella que presume de su parecido con el popular actor francés y que se presenta como un "Caballero español en busca de relación sentimental". Coral decide escribirle... ... [+]
29 de noviembre de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sordidez le gana la partida al humor, la fechoría a la palabra, al patetismo se lo come el horror. Una lástima.
Se pierden el equilibrio y la proporción y finalmente ya prácticamente solo se ocupan del sádico placer, a ver qué nueva atrocidad se les ocurre a cada cual más pavorosa o espeluznante que la inmediatamente anterior, in crescendo, ascenso a los cielos, el regusto o regodeo de/con la pura crueldad, desagradar.
La humanización de la derrota se convierte en sin sentido puritita monstruosidad, como malsana tumorosa acumulación, al mogollón, la rareza o extrañeza en enfermedad irrespirable incurable.
El dolor de la soledad se transforma en una exhibición de degradación.
Es una película de terror, gore, más que un drama humano sobre el fracaso o una tragicomedia compleja.
De caballero español, hidalgo de adarga antigua y galgo corredor, a cafre salido de la matanza de Texas. De gorda enfermera, persiguiendo a Betty, a la muñeca carnicera diabólica camiona. La peluca o bisoñé y las carnes morenas ya no hacen gracia o dan pena, son atributos de la bestialidad y el acabose.
Amaneramiento afectado artificioso ampuloso teatral minimalista que encuentra su sino en lo depravado y miserable no como partes del alma humana, sino que casi que como únicos ingredientes. El verdadero artista se contiene o controla, no va a lo fácil (o lo difícil), se mide y tienta la ropa, hasta el caos más oligofrénico o el infierno más troglodita tienen que tener algún tipo de contrapeso, de lo contrario se simplifica, banaliza y reduce la obra a fuegos mojados fatuos, gestos vacíos, poses a contrapelo, a querer llamar la atención desesperada para nada.
Se pierden el equilibrio y la proporción y finalmente ya prácticamente solo se ocupan del sádico placer, a ver qué nueva atrocidad se les ocurre a cada cual más pavorosa o espeluznante que la inmediatamente anterior, in crescendo, ascenso a los cielos, el regusto o regodeo de/con la pura crueldad, desagradar.
La humanización de la derrota se convierte en sin sentido puritita monstruosidad, como malsana tumorosa acumulación, al mogollón, la rareza o extrañeza en enfermedad irrespirable incurable.
El dolor de la soledad se transforma en una exhibición de degradación.
Es una película de terror, gore, más que un drama humano sobre el fracaso o una tragicomedia compleja.
De caballero español, hidalgo de adarga antigua y galgo corredor, a cafre salido de la matanza de Texas. De gorda enfermera, persiguiendo a Betty, a la muñeca carnicera diabólica camiona. La peluca o bisoñé y las carnes morenas ya no hacen gracia o dan pena, son atributos de la bestialidad y el acabose.
Amaneramiento afectado artificioso ampuloso teatral minimalista que encuentra su sino en lo depravado y miserable no como partes del alma humana, sino que casi que como únicos ingredientes. El verdadero artista se contiene o controla, no va a lo fácil (o lo difícil), se mide y tienta la ropa, hasta el caos más oligofrénico o el infierno más troglodita tienen que tener algún tipo de contrapeso, de lo contrario se simplifica, banaliza y reduce la obra a fuegos mojados fatuos, gestos vacíos, poses a contrapelo, a querer llamar la atención desesperada para nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El final está chulo, seco, sin contemplaciones, justicia esencial animal. Juicio express. Juez Dredd. Como perros. En un charco. Y la idea general es muy buena, reírse/criticar las comedias románticas o mucho mejor las tragedias románticas, miserabilizarlas, bajarlas al barro, pero no, por favor, de esa manera tan estilizadamente grimosa.
En resumen, una película desangelada, deshumanizada, sin peso ni alma, repelente, inteligente y brillante, pero asquerosamente consciente, burdamente perversa, ingeniosamente mostrenca, en el otro lado encuentran todas las respuestas, en la cara oculta del cine comercial convencional, sí, los extremos se tocan, y es en general bastante horrorosa la banda sonora, la mayor parte del tiempo sobra o molesta, pareciera un pegote, como risas enlatadas, sal en la herida, innecesaria, estrambote.
Y la mirada es discutible, fría, distanciada, juguetona, aísla a los personajes hasta tal punto que tiende, todo, hacia lo abstracto, irreal o pesadillesco, fatalista, delirio, con lo cual el realismo cotidiano costumbrista se difumina y chirría, se resquebraja, en el contrate o choque con el absurdo existencialista (mal) humorado. Incluso el principio casi que me recordó a una sitcom al estilo de aquella parodia sarcástica que Oliver Stone perpetraba en Asesinos natos cuando quería retratar, creo recordar, de Juliette Lewis, la vida familiar. En ese comienzo ya tiran con bala, mala baba, ella intenta que le sobe las tetas un pobre viejo paralítico al que casi lo vuelve un coladero, lo mismo que el Quijote trasterrado, en el exilio mejicano, suelta así de primeras que el mal olor no importa un pimiento, que las mujeres están mejor cocinadas en su salsa, jajaja, todo eso tan negro y exagerado y cachondo y lunático prometía un divertimento que se fue agriando hasta derivar en hecatombe severa, sin (casi nada ya de) humor o (tampoco) vida.
Beckett, Buñuel, tango sucio oscuro, corrido sifilítico necrófilo.
Matan a la niña, para que no falte de nada, lo cual resulta forzado, sobre todo si a continuación llaman a la policía, completismo cretino, o lo uno o lo otro, de hecho, les pegaba mucho más seguir huyendo, no daban como para pararse en seco, para tanto, ya puestos, ni siquiera eso.
El hombre más cobarde y débil, la mujer más fuerte y terrible, el hombre más egoísta y ridículo, la mujer mas invasiva y desaforada, entrambos grotescos, ¿roles de género, cultura o sexo?
El título es bueno.
En resumen, una película desangelada, deshumanizada, sin peso ni alma, repelente, inteligente y brillante, pero asquerosamente consciente, burdamente perversa, ingeniosamente mostrenca, en el otro lado encuentran todas las respuestas, en la cara oculta del cine comercial convencional, sí, los extremos se tocan, y es en general bastante horrorosa la banda sonora, la mayor parte del tiempo sobra o molesta, pareciera un pegote, como risas enlatadas, sal en la herida, innecesaria, estrambote.
Y la mirada es discutible, fría, distanciada, juguetona, aísla a los personajes hasta tal punto que tiende, todo, hacia lo abstracto, irreal o pesadillesco, fatalista, delirio, con lo cual el realismo cotidiano costumbrista se difumina y chirría, se resquebraja, en el contrate o choque con el absurdo existencialista (mal) humorado. Incluso el principio casi que me recordó a una sitcom al estilo de aquella parodia sarcástica que Oliver Stone perpetraba en Asesinos natos cuando quería retratar, creo recordar, de Juliette Lewis, la vida familiar. En ese comienzo ya tiran con bala, mala baba, ella intenta que le sobe las tetas un pobre viejo paralítico al que casi lo vuelve un coladero, lo mismo que el Quijote trasterrado, en el exilio mejicano, suelta así de primeras que el mal olor no importa un pimiento, que las mujeres están mejor cocinadas en su salsa, jajaja, todo eso tan negro y exagerado y cachondo y lunático prometía un divertimento que se fue agriando hasta derivar en hecatombe severa, sin (casi nada ya de) humor o (tampoco) vida.
Beckett, Buñuel, tango sucio oscuro, corrido sifilítico necrófilo.
Matan a la niña, para que no falte de nada, lo cual resulta forzado, sobre todo si a continuación llaman a la policía, completismo cretino, o lo uno o lo otro, de hecho, les pegaba mucho más seguir huyendo, no daban como para pararse en seco, para tanto, ya puestos, ni siquiera eso.
El hombre más cobarde y débil, la mujer más fuerte y terrible, el hombre más egoísta y ridículo, la mujer mas invasiva y desaforada, entrambos grotescos, ¿roles de género, cultura o sexo?
El título es bueno.