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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
7
Comedia. Thriller Fisher está a punto de casarse con la mujer de sus sueños. Sus amigos deciden montarle en Las Vegas una inolvidable despedida de soltero. Y, efectivamente, ninguno de ellos la olvidará jamás... (FILMAFFINITY)
2 de mayo de 2015
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oda al exceso y el gamberrismo. Humorada feroz.
Ya lo dijo el clásico: un día inopinado comienzas matando a alguien y acabas por no ir a la Iglesia los Domingos, gran escándalo. En este caso, empiezan con "un problema de cincuenta kilos" y acaban con la familia feliz. Y "del punto A al punto B" nos damos un paseo por el amor y la amistad; por ese infierno moderno que, quizás, se puede remontar a los años cincuenta y que está situado en las urbanizaciones americanas donde viven las clases medias, en esos pisos unifamiliares, inmensos y perfectos alejados del centro de las ciudades (lejos de los guetos en los que penan los más desfavorecidos), y que suelen tener trabajos de oficinistas o vendedores, asquerosamente deprimentes siempre. Cheever, Yates o Wilson ("El hombre del traje gris") ya lo contaron en su día con gran literatura (películas como "El nadador", del año sesenta y ocho, basada en un cuento de John Cheever, o, más recientemente, "Revolutionary Road" de Mendes y basada en una novela de Richard Yates, o "Mad Men", la maravillosa serie que también recrea ese anonadamiento, ese desconcierto crispado, turbio, ominoso). Y a esto hay que sumarle la rabia más contemporánea, una angustia más actual, la expresada por autores como Palahniuk (la fundamental adaptación de "El club de la lucha" de Fincher, por ejemplo) o Foster Wallace (alguna película se ha hecho sobre sus textos pero es -era, se suicidó- mucho más complejo que su compañero de generación, más difícil de traducir en imágenes convencionales), o en películas como "Short Cuts" de Altman (basada en los escritos de Carver, otro que tal baila/ba; lo doméstico y el fracaso como poesía esencial), o "American Beauty" de Mendes otra vez y con Alan Ball, el creador de "A dos metros bajo tierra" nada menos, como guionista, una misma decepción aunque quizás narrada de forma más superficial, o el Solondz de "Happiness", la escritora A.M.Homes y otros muchos más. Bueno, pues digamos que la película que nos ocupa es heredera de toda esta amalgama de influencias y dolores; su hija bastarda, fea además, ansiosa, acelerada y descoyuntada, con avidez estupefaciente. Llega muy lejos en cuanto a chabacanería, vulgaridad y transgresión, es ácida y salvaje.
Y de paso, el sueño americano en una de sus vertientes más obvias hasta hace nada, ya no, ahora estamos inmerosos en otros delirios, más espantosos si cabe: lograr la boda perfecta y la familia ideal. Ese es el origen de todos los males; el empeño obsesivo, fanático, de la maravillosa Cameron en recorrer esos metros soñados ("Todo por un sueño" de Kidman y Van Sant también) que la lleven al altar.
El primer estallido, la primera irrupción de ese volcán a punto de estallar, se producirá durante ese fenómeno moderno que se basa en la ecuación que dice que a mayor estupidez y animalismo, más éxito y alegría, sí, me refiero a las muy queridas despedidas de soltero/a. La cutrez elevada a la máxima potencia. Si además le añadimos el factor Las Vegas, pues para que quieres más, Santo Tomás, muerte y destrucción aseguradas, no cabe otra.
Tiene gracia y se agradece, y sorprende, tanta libertad y mala leche. No es una gran película, se les va de las manos, está llena de incongruencias y disparates; a partir de un cierto momento nadie está a los mandos, pero qué cojones importa si es algo mejor; un puñetazo, muy seco, en toda la cara guapa, a las millones de películas, insufribles, que cada año nos asolan con desgana e intentan hacernos tragar sin anestesia ni crítica ni gracia ni nada, a lo muy bruto, estos mismo materiales, sí, esa ristra infinita de "comedias románticas", así las llaman, en las que se suele "hablar" de hombres, mujeres, bodas y otros horrores similares. Solo, por eso, por servir de antídoto a esa peste bubónica, esa plaga bíblica, ya merece nuestro aplauso y recuerdo, un lugar en nuestros maltratados corazones, hasta arriba de azúcar y bobería por tanto sentimentalismo masticado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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