Llevamos ya más de un lustro que sino las mejores quizás, sí las más interesantes películas provienen de "óperas primas", primeros trabajos de un buen puñado de guionistas, actores o estudiantes de dirección curtidos en la televisión o el corto que independientemente del costo de la producción dan el salto y nos ofrecen todo lo que llevan acumulando. Unas buenas cosechas que no siempre siguen dando iguales frutos, pero que mantienen vivo y fresco este supremo arte del siglo XX que está sufriendo una transformación en el XXI para encontrar su nicho en el entretenimiento y las conciencias de los nuevos espectadores. "Get Out" es una de ellas.
El mestizaje de géneros es ya un hecho irreversible como en esta propuesta donde el terror, lo fantástico, la comedia y la crítica social componen un guiso que huele y sabe muy bien. Ya se ha dicho y escrito que podría ser el lado oscuro de "Adivina quién viene esta noche" (Stanley Kramer / 1967) y es obvio como transcurridas cuatro décadas el tema del racismo sigue muy lejos de tener una solución. La mayoría blanca sigue "aceptando" de buen grado a aquellos negros o afroamericanos que poseen alguna habilidad mercantilista, sobre todo deportiva. La gente común es otra cosa.
La "Calma" de Obama ha precedido a la "Tempestad" de Trump. En este contexto el actor de comedia y guionista Jordan Peele ha dado en el centro de la diana con esta inquietante fábula que asusta mucho más por lo que no se dice que por lo que se ve en la pantalla. Peele acierta en el ritmo, mantiene el suspense, es moderado con los recursos del género y cuenta con un buen diseño de producción y artístico y un elenco bien elegido en el que destaca amén de su protagonista una Allison Williams, cantante y actriz que cambia su registro de comedia y deja claro que pide paso en un abanico más amplio de roles.

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