Últimamente el tandem Urbizu/Coronado, está dando muy buenos frutos (La caja 505, La vida mancha) y digo tandem porque es innegable que al menos el 50% del éxito de la cinta se debe a la magnifica composición del personaje de Coronado, un policía veterano de gatillo facil cuya trayectoria vital y profesional, apenas sugerida por Urbizu le lleva a traspasar la linea de un abismo del que no hay vuelta atrás.

Con un inicio realmente brillante, las expectativas se van diluyendo al tiempo que se complica la trama y el prometedor caos interior de Santos Trinidad deja paso a una, a veces cansina, persecución de un hilo que acaba en un ovillo más previsible y convencional de lo deseado, con unos planos finales que a mi juicio subrayan excesivamente lo obvio.

Se agradece y mucho que Urbizu mime a los actores y deje que el resto del reparto se tome su tiempo para demostrar el buen nivel interpretativo que existe en muchos actores de este país, algunos injustamente olvidados como Pedro Mari Sanchez. Estupenda labor de casting y en definitiva una contundente y eficaz película de genero, eso que parece tan dificil de realizar en España.