Lambert es el detective John Pruddhome, encargado de averiguar quien es el culpable de los asesinatos en serie hechos por un tarado fanático religioso, el cual es extremadamente inteligente, mezquino y vengativo.
Busca matar a 6 personas y quitarle una parte del cuerpo a cada una hasta lograr recomponer el cuerpo de Cristo, para ello elegirá nombres y profesiones de apóstoles de Cristo y, por supuesto, lo hará en las fechas en las que sucedió.
Pruddhome logra dar con el en varias ocasiones pero nunca logra detenerle por falta de pruebas o, simplemente, porque el asesino le burló.
Pruddhome vive obsesionado con su trabajo desde que su hija muriera un año antes, dejando de lado su fe y su familia.
Finalmente, el detective consigue adivinar las intenciones del asesino, que serán coger el corazón de un recien nacido (siendo su madre María) y ponerselo a su reconstrucción divina, pero en una escena final impactante y algo surrealista, Pruddhome consigue salvar al niño, suicidándose el asesino.