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España España · Somewhere over the rainbow
Voto de iñaki:
8
Drama Junior es un niño de nueve años que tiene el pelo rizado. Él quiere alisárselo para la foto del anuario de la escuela, pues así lo llevan los cantantes pop que están de moda. Esta circunstancia lo lleva a enfrentarse con su madre. Lo que Junior quiere es ponerse guapo para que su mamá lo quiera, pero ella lo rechaza cada vez más. (FILMAFFINITY)
22 de diciembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mariana Rondón ha escrito y dirigido una historia de violencia doméstica en la que la mujer no es la víctima, sino el verdugo. Una historia que pone en cuestión uno de los tópicos más arraigados de nuestra cultura: que el amor de una madre hacia sus hijos es incondicional.Y tampoco rehuye el presentar a la familia como el ámbito en el que el individuo experimenta por vez primera esa violencia, que tiene mil grados previos a que te pongan la mano encima. Porque violencia no sólo es la que mata o deja huellas físicas. Existen todas esas variantes de violencia emocional (el desapego, el maltrato verbal, la insidia, el rechazo, el chantaje emocional, la amenaza, el abandono) para las que las mujeres están tan dotadas como los hombres o mejor. Cada cual ataca y se defiende con lo que puede.
Y no es que la madre que retrata el filme sea una persona particularmente desnaturalizada. Es simplemente una mujer atrapada por sus circunstancias y cuyo sistema de valores no cuestiona que tenga que prestar favores sexuales a cambio de un trabajo pero encuentra inaceptable que su hijo quiera alisarse el pelo para hacerse la foto del colegio por lo que ella supone todo lo que eso implica. No es una hija de puta. Es una hija de la sociedad en la que vive y está convencida de que es su hijo el que debe cambiar y no esa sociedad que adoctrina a los niños en la escuela y cuya televisión ofrece reinas de belleza como modelo femenino y militares como modelo masculino. Hasta cierto punto, ella se siente culpable de lo que le pasa a su hijo y teme que eso le haga sufrir, pero no es consciente de que es ella la que le está provocando sufrimiento. No es que no quiera a su hijo, pero no le quiere como es. Es incapaz de aceptar la diferencia.
Además, esta historia concebida y realizada por una mujer, es particularmente misógina. No sólo el personaje de la madre despierta pocas simpatías. La abuela, que en un principio podría parecer un refugio para Junior, abriga propósitos espurios que tienen más que ver con el egoismo que con el cariño. La amiguita de Junior es una niña poco agraciada con aspiraciones de reina de belleza, cuya madre acoge en su casa reuniones "terapeúticas" para mujeres que no se aceptan a sí mismas porque no responden al canon impuesto por la sociedad. Un nada complaciente retrato de la condición femenina y, así como de soslayo, de la condición femenina en Venezuela.
La atroz anteúltima secuencia muestra las renuncias a las que obliga la coacción para ser aceptado y en el último plano conocemos a una persona que jamás volverá a creer en ninguna de las verdades que impone la inercia de la "normalidad". Un muy alto rendimiento para tan escasos medios. Sutil y terrible, esta historia confirma que, para bien o para mal, somos lo que hacen de nosotros nuestras madres.
iñaki
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