Puede que la película se descubra principalmente por el remake de Scorsese, pero ello no impide apreciar que Infernal Affairs es un gran thriller de intriga, de narración ágil y directa, con momentos de angustiosa tensión y unos personajes bien construidos e interpretados.

La historia es simple y sirve para desarrollar un duelo de ingenio entre los dos protagonista en un juego de descubrir identidades. Ambos se buscan mutuamente, a sabiendas de que el primero en ser descubierto tan solo encontrará la muerte, aunque al final es un poco más complicado que eso. Paralelamente, se profundiza sobre la naturaleza y los deseos de los dos personajes principales, logrando perfeccionar su definición y que el espectador entienda sus anhelos y acciones.

Así mismo, el final enlaza con el principio, repitiendo el deseo inicial de uno de los personajes aunque ahora con un significado diferente, en un cierre de película que busca cierta profundidad y deja buen sabor de boca. La sensación es la de haber visto una película de gran intensidad, bien filmada y sin tiempo para el aburrimiento.

Aunque el remake aquí no pinta nada, decir que aquel es del estilo que copia escena a escena, frase a frase, pero dilatando el tiempo y con ese punto de espectacularidad trivial y sobrexplicación del cine norteamericano. Además tiene un final diferente, más absurdo y tópico. En resumen, una copia inferior con algún añadido intrascendente. Si alguien tiene la oportunidad, que vea “Infernal Affairs” en lugar de “The Departed”, o al menos antes, seguro que la disfruta más.