Brevemente:
1) He de confesar que el Bond que vi en Skyfall a mí, particularmente, me gustó mucho.
2) Tenía grandes expectativas puestas en Spectre por lo mismo, por la continuidad de un proyecto en manos de un maravilloso director como Mendes, y su firma personal a la saga de 007.
3) La primera hora de Spectre cumple con mis expectativas: la película se nos plantea como un colofón trepidante al Bond de Craig, tomando referencias de las otras tres películas y haciéndolas parte de un todo, un todo destinado a tener un climax apasionante, inolvidable, de una profundidad mayor a la que cualquier Moonraker o Die another Day pudieron soñar tener jamás.
4) A partir de esos 60 minutos iniciales... juzguen por ustedes mismos. Yo salí de la sala con la sensación de que me habían calentado para después no dejarme entrar a la alcoba, algo así (evitemos la metáfora del gatillazo).
5) Supongo que con el tiempo veré con mejores ojos a Spectre, que sigue estando, a mi juicio, por encima de la media de las películas del agente secreto. Pero el cabreo de haber podido contemplar algo muy grande -tenían todo ahí para contar la historia de James Bond que yo quería ver y disfrutar- no me lo quita nadie.