No tenía muchas esperanzas cuando empecé a ver esta película salvo por ver a Tom Hardy («Rock'n'rolla») y oír su acento inglés y a Reese Witherspoon («Ojalá fuera cierto» por citar otra romántica y una de mis favoritas) pero la verdad es que me sorprendió bastante. La película es la típica película romántica salvo que tiene esa parte de acción que no está para nada metida con calzador. Las escenas de acción están muy bien metidas y la trama se sustenta bastante bien, tanto la romántica como la de acción —que no son muchas pero las hay—.

La peli en sí es la típica en la que una chica tiene que decidirse entre dos hombres, que a su vez, son amigos íntimos y desde hace mucho tiempo a la vez que espías trabajando para la misma empresa. Y créanme cuando les digo que esto da mucho juego en la película. No sé si lo habrán hecho así pero creo que es una película que puede gustar igualmente a hombres y mujeres, vamos, que parece que esté hecha para que la gente vaya en pareja al cine.

Además de todo esto no es la típica película pastelosa porque tiene mucha comedia de por medio. Creo que la amiga de Laureen (Reese) es el mejor personaje secundario del cine que he visto en mi vida. Hasta cuando aparece callada me río con las cosas que tiene. La típica madre de familia y mujer alocada pero que vive con los pies en el suelo. Un par de frases:
- No cariño no, esta es la leche especial de mamá (a su hijo).
- Creo que debería tirarme a los dos, para catarlos, y luego contarte cómo son (a Reese hablando de los dos amigos).

Otro punto positivo por cómo se resuelve la trama de la película de la que no voy a contar qué pasa para no destripar.