La nota generosa que le he puesto tiene una sencilla explicación: honradez. En medio del mar de películas estúpidas, innecesarias y diseñadas por productores sin talento artístico, Jacuzzi al pasado es un producto honesto que se ha montado John Cusack para intentar relanzar la carrera que nunca tuvo y, sobre todo, pasarselo de p* madre con sus amigotes. Partiendo de que no es alta comedia, es cierto que el conjunto transmite una frescura, una añoranza (sana) de los 80 y una química lo suficientemente intensa entre el reparto para que se vea con facilidad y los chistes caca-culo-pedo-pis tengan hasta gracia. Los actores están francamente bien, inusitadamente entrañables, tanto principales como secundarios, y repito que transmiten auténtica diversión en lo que hacen, a diferencia del toma-el-dinero-y-corre que podemos ver en el 95% de las deyecciones de Hollywood. En definitiva, comedia definitivamente cafre, dirigida a los Hijos de Zemeckis, sin ningún afán de trascendencia (bendita sea) y que, por ponerle un pero, tiene un final espectacularmente memo.