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España España · Málaga
Voto de Paco81:
5
Terror. Thriller. Intriga Durante un "talk show" de radio, un desconocido llama y comienza a recordar pasajes de su torturada niñez y adolescencia, sometido bajo su tiránica madre. ¿Es posible que se trate del famoso Norman Bates, recién dado de alta en un sanatorio? Al confirmarse esta sospecha, los aterrados locutores de la radio escuchan que Norman, "para salvar al mundo", volverá al Motel Bates donde, una vez más, volverá a derramar sangre inocente... (FILMAFFINITY) [+]
16 de julio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un documental Mick Garris comentaba que mientras Hitchcock vestía elegantemente con traje, los directores de terror llevaban vaqueros. Aunque Psicosis (1960) no perdía el glamur del director (su Norman Bates es un hombre elegante y no el pordiosero psicópata de la novela), está claro que fue una de sus películas más sucias y salvajes, y sin duda una fuente fundamental para el terror norteamericano, este de carreteras secundarias, sórdidos moteles, familias disfuncionales, psicópatas, etc., es decir, inspiración para la generación de directores "en vaqueros", con un terror muy norteamericano, de Romero, Carpenter, Craven, Hooper, etc. Más tardiamente pero podemos meter a Mick Garris en esta generación, así que para él debió ser especial hacer una película de Psicosis.

Sin embargo, Mick Garris es un director menor dentro de esta generación, aunque despierte simpatía por su fidelidad al género así como también su fidelidad a la hora de adaptar a Stephen King, algo que agrada a los fans del escritor y por supuesto a este mismo. Yo le tengo simpatía por su amor por el género, llevando a cabo un proyecto tan ambicioso como fue la serie de películas Masters of Horror. No obstante, esto no me impide ver su modestia en la dirección, y esta Psicosis IV: El comienzo (1990), aún con un resultado digamos que agradable, no deja de ser un ejemplo de ello; sin mencionar evidentemente la primera parte, mientras que la segunda y tercera parte contaban con escenas interesantes, aquí no hay grandes momentos, pecando de una mala realización momentos como los asesinatos, con una sensación cutre que no se justifica por su bajo presupuesto. Es que está mal rodado, sencillamente. Tampoco acompaña la menor, y menos interesante, presencia de Anthony Perkins, aunque al menos no deja de contar con el protagonismo de la función.

Lo que más salva la película es su guión, y no es de extrañar: como la película de Hitchcock, está escrita por Joseph Stefano, y por tanto se nota que esta película entiende de donde viene. Digamos que es lo que cabía esperar, lo que al menos le da un cierre digno a la saga pese a que este filme sea un bajón frente a las interesantes segunda y tercera parte (insisto, mejor no entraremos en comparación con la primera), que también entendían muy bien al personaje y especialmente la segunda parte es una película reivindicable aunque entendiblemente opacada por la obra de Hitckcock. Esta cuarta película cierra el círculo en la historia no sólo como final sino también funcionando, en parte, como precuela, y digamos que yo hubiera preferido dejar esa parte a la imaginación porque además tampoco es que esté muy conseguida, pero se sigue con interés, así como la historia transcurriendo durante la retransmisión del programa de radio, pese a que tampoco sea nada destacable. Al menos el respeto de Mick Garris por lo que hace está aquí, y como sus adaptaciones de Stephen King, se esfuerza por ofrecer lo que cabía esperar y cumplir. Sólo dos años después fallecería Anthony Perkins, pudiendo cerrar una saga que como tal quizá era innecesaria y va de más a menos, pero al menos su visionado completo es disfrutable, algo que no pueden decir muchas otras sagas.
Paco81
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