‘El Fugitivo’ para mí es un must see. Siempre que la emiten en televisión me quedo a verla hasta el final. Debo confesar que no me sucede con muchas, pero es que es arrancar, sentarme y disfrutar. Es una adicción tremenda y me parece un peliculón sumamente bueno de principio a fin.

Basada en una popular serie de televisión que conocieron mis padres en su momento (y cuya última temporada ya fue en color), tenemos al bueno del doctor Richard Kimble, acusado injustamente de la muerte de su esposa y condenado a prisión por ello. Sostiene la teoría de que fue un hombre manco el que les atacó en su casa y la mató. Su única oportunidad para demostrar su inocencia vendrá cuando, durante el traslado a la cárcel, un accidente le de pie a una incansable e improvisada fuga para demostrar la verdad… si es que sobrevive para contarlo.

‘El Fugitivo’ es una película entretenida, de ritmo trepidante en la que arrancamos directamente metidos en faena. El espectador no tiene descanso y arranca incluso con dudas sobre su protagonista. Mediante flashbacks, el director juega al despiste con el bueno del doctor, pero pronto el carisma de Ford, que en los 90 se comía la pantalla, y la bondad y simpatía del personaje cobran fuerza como para pensar que todo esto es una patraña.

Si Ford está bien, Tommy Lee Jones está icónico como el incansable perseguidor del fugitivo, al que acecha en cada esquina para devolverle a prisión. Me basta su primer monólogo, ese famoso “el nombre del fugitivo es el Doctor Richard Kimble, cójanle” nada más aterrizar en la escena de escape para justificar su Oscar.

Como curiosidad, termino contándoos que el éxito del filme propició la adaptación de numerosas series de televisión a la gran pantalla como ‘Misión Imposible’ y dio origen a una estimable secuela basada en el personaje de Jones titulada ‘U. S. Marshals’ con Wesley Snipes escapando de él.

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