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España España · MADRID
Voto de Spark:
9
Romance. Comedia Julianne Potter, una crítica gastronómica, se da cuenta de que está enamorada de su mejor amigo justo el día que él la llama para anunciarle que se va a casar con una chica de la alta sociedad. Sólo dispone de tres días para urdir un plan que le permita impedir la boda. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
P.J. Hoogan nos ofreció en 1997 (con un gran oficio y maestría, un libreto avispado y detallista, y un reparto en estado de gracia) una comedia romántica de mayor calidad, claroscuros, carácter y solidez de lo acostumbrado en este género. ¡Es más! en "La boda de mi mejor amigo" estamos ante una de las mejores comedias de la década de los 90 (y la mejor comedia romántica jamás hecha, en mi opinión).

En ella Julianne Potter (Julia Roberts) recibe la noticia de que su ex-pareja y mejor amigo (Dermont Mulroney) se va a casar con una chica encantadora (Cameron Díaz). Y, justo cuando este galán se decide a pasar por el altar, la pobre Jules se da cuenta de que ama y ha amado a ese futuro novio tanto como para pedirle una segunda oportunidad... no sin antes intentar boicotear esa boda, claro.

Y así, una Roberts con unas de sus mejores sutilezas, intensidades y naturalidades vistas en su carrera, se dedica a maquinar trampas y artimañas para separar a una pareja (que se ama con una franqueza del todo transmitida en el film)... mientras que va avanzando en su manera de ver a estos personajes.

Es totalmente cierto que "La boda de mi mejor amigo" es un film asequible, ligero y confortable (lo cual no es ningún defecto), que posee todos los ingredientes rom-com: comedia ligera y trama amorosa que se encuentra inundada de personajes afables, simpáticos o divertidos; y en la que se intercalan enredos, situaciones disparatadas y música deleitosa. Pero en "La boda de mi mejor amigo" esos sellos del género se dan con una apreciación y excelencia inusitadas, por lo que, quien aun no haya tenido el gusto de visionar este placer culpable y se espere una comedia romántica del montón cargada de pereza y tópicos en el guión... se va a llevar una grata sorpresa.

"La boda de mi mejor amigo" ofrece un desarrollo de la trama astuto, vivaz, con vicisitudes y taimado. Su libreto es completamente despierto y se presenta totalmente natural y perspicaz, ya sea en sus sagaces momentos de humor y simpatía (aunque no deja excesivas carcajadas... alguna que otra cae sin remedio en alguna chocante situación), o en su cercanía para con el espectador (eso de amar románticamente a alguien que no te corresponde de la misma manera (y quedarse con las ganas de vivir ese amor) es algo, que si no todo, casi todo el mundo ha experimentado al menos una vez en la vida... por lo que empatizar con esta Roberts más encantadora que nunca se da de manera natural con este libreto reflexivo y sazonado). El guión está medrado y matizado (realmente se cuida como pocos films en sus diálogos) con un alto nivel, y eso es de lo más loable.

La habilidad de su director no se queda atrás. P.J. Hoogan ("La boda de Muriel") es una bendición para el metraje, que aún se aupa más gracias a su dirección. Si bien la fotografía no es destacada, la puesta en escena y la realización presumen de una finura e ingenio maravillosos. Hoogan despliega destreza y dinamismo con planos y montaje excepcional dentro de una historia que fluye con solidez.

Pero "La boda de mi mejor amigo" es una "película de actores" (de 4 actores para ser concretos. Roberts, Díaz, Mulroney y Everett. Pues el resto de secundarios, si bien no molestan y aportan certeros detalles de humor o calidez, son convidados de piedra en este triángulo imposible), y Hoogan se dedica tras las cámaras a ellos con gran puntería, el director se pone a su servicio con majestuosidad.

En realidad, Mulroney (actor impávido e impertérrito donde los haya... exceptuando este film, donde sorprende con atinadas y potentes miradas de amor) aunque resulta el galán perfecto que poco tiene que hacer más que desplegar grandes miradas, es un convidado de piedra. La reina de la función es una Julia Roberts en una de sus mejores interpretaciones (lo digo sin que sea de mis actrices predilectas), esta vez no camaleónica como en Erin Brokovich pero abrumadoramente natural, sutil y cargada de sentimiento y de afinidad. Roberts se convierte en la audiencia y el espectador se sumerge con ella en esta catarata de avatares sentimentales (atención a los detalles de drama que deja la actriz, como su mirada pesarosa y melancólica en ese encuentro final con el personaje de Everett o en ese baile improvisado con el personaje de Mulroney), ¡brava! En mi opinión este papel es su cénit.

Y si Roberts es la reina, Cameron Díaz resulta su inmediata sucesora al trono con una interpretación también natural a la par que fresca y vivaracha. Rupert Everett realiza aquí (aunque su personaje no sea de una matización tan cuidada como el de Roberts) su actuación más recordada como el amigo incondicional de la protagonista que la quiere y se preocupa por ella durante este lance.

El film también cuida al máximo su sonido y su elección musical que deja de inmediato varios de los minutos más recordados del cine reciente (ese canturreo colectivo en el restaurante de la canción "A Little Prayer" es por derecho propio uno de los temas más recordados del cine... pero no le van a la zaga en cuanto a momentos musicales se refiere esa situación agridulce de una Díaz berreando en un karaoke delante de su sorprendido novio, o ese primer cursilón número musical autoparódico (en referencia a la pomposidad del romance que odia el personaje de Roberts) pero hechizante).

En fin. En "La boda de mi mejor amigo" hay la mayor concentración de momentos y situaciones (tristes y afligidas... o irónicamente divertidas) para el recuerdo del género.

Es de las la rom-com más disfrutables y la más ponderada y madura. Difícilmente se podrá encontrar mejor comedia romántica que ésta, "La boda de mi mejor amigo" es icónica por derecho propio y memorable con gusto y simpatía. En mi opinión, este largo es el estandarte de este género tan denostado (aunque con talento, esfuerzo y tino, como se ve en este caso, se puede dar una obra de calidad).

Lo mejor: ...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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