Una de las mejores series que ha producido Netflix.

El guión es una maravilla, la dirección de Frank impresionante, los actores maravillosos, con una destacadísima y deslumbrante Anya Taylor-Joy.

Partiendo de que considero "La diagonal del loco" como la mejor película de ajedrez que he visto, debo decir que Gambito de dama, o de reina (como debería rezar la traducción del titulo original) está prácticamente a su misma altura en mi corazón, por motivos diferentes, que no voy a entrar a analizar. Baste decir que cada una, en su estilo, son magníficas.

Gambito de dama, con similitudes con la vida de Bobby Fischer, es un canto de amor al ajedrez, pero también a la vida, a la ilusión y a la superación personal.

Una narración coherente, equilibrada y muy bien estructurada, consigue a lo largo de sus siete capítulos, engancharte, atraparte como una araña, mientras te retuerce, y te lleva en volandas hacia un final que va más allá de la partida final, para devolvernos, en un final magnífico, a las esencias del ajedrez y la vida: jugar por divertirse y vivir fielmente con uno mismo.

Poco más puedo añadir. El ajedrez profesional requiere de mucho estudio, muchísimo, un talento precoz, una ilusión y obsesión por el juego, pero también de unas dosis de genialidad, capacidad de reacción e improvisación, que la película refleja de forma a mi juicio brillante (por más que haya detalles, como en cualquier película, que no se ajustan a la realidad de un mundo que, básicamente, sigue siendo desconocido para muchos).

Puede que alguno piense que la película exagera algunas facetas, como las drogas, pero se queda corta en otras, que se esbozan tímidamente para no perturbar al público en general.

En definitiva, una inteligente e interesantísima serie, en la que la protagonista, rodeada de un excepcional y brillante reparto, brilla como un faro en la noche, magnetizándonos con un personaje de esos que es difícil definir de forma tan brillante como lo consigue la actriz protagonista, gracias también a una fotografía magnífica, una ambientación sobresaliente, un extraordinario guion y una dirección soberbia.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, bien hecho Netflix.