Decir de entrada que antes del comienzo del desarrollo de la peli te avisan de que la misma está basada en el informe policial del inspector que acudió al domicilio donde transcurrieron los supuestos fenómenos paranormales, pero la verdad es que una vez que me documenté brevemente sobre la crónica de estos acontecimientos en el Vallecas de principios de los 90, reparé en que el film va por libre y el autor diseña su propia versión de los hechos a conveniencia.
Por no coincidir, no coincide ni el nombre de la protagonista, que en la historia real es Estefanía, no Verónica. Ni otras cosas que si eso ya comento abajo en el Spoiler.
Pero el espíritu de lo que se vivió durante esos acontecimientos, sí parece que está bien presente en esta obra, que transmite muy eficazmente el terror, la zozobra, la desolación que debió sentir Estefanía en aquellos momentos, y también describe muy solventemente la atmosfera cargante y desasosegante que sin duda acompañó a la adolescente durante los días críticos.
Después el director aprovecha el material que le dispensa estos sucesos reales para amueblar una alegoría sobre los miedos e inquietudes recurrentes de la adolescencia. A crecer, a madurar, a tomar conciencia de como es el mundo real, a volverte responsable y a hacerte cargo de tu vida y de las de los que te rodean; menores que tú, a perder el manto de confort y protección propias del reino de la infancia, a cambiar fantasía e inocencia por cruda realidad, a la soledad...
Esta película estimula porque es uno de los escasos ejemplos en los que tras la trama de terror, hay una historia que contar y un mensaje que transmitir, y por lo tanto el terror es un medio y no un fin en si mismo.
Entonces detectas solidez y verdad y la peli te llega y te inmuta.
La verdad es que dudo que me volváis a ver por estas páginas alabando una película española, por lo tanto, muy bien por Paco Plaza, muy bien...