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España España · Barcelona
Voto de BigCat:
7
Serie de TV. Fantástico. Thriller. Terror Serie de TV (2005-2020). 15 temporadas. 327 episodios. Un misterioso mensaje telefónico de su padre, que hace mucho tiempo que ha abandonado el hogar familiar, lleva a los hermanos Dean y Sam Winchester hasta California. Aunque no encuentran a su padre, descubren su diario, en el que intentan encontrar pistas que les ayuden a destruir al espíritu maligno que, según su progenitor, es el responsable de la muerte en extrañas circunstancias ... [+]
30 de noviembre de 2009
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi primera toma de contacto con esta serie no fue positiva: mi novio llegó a casa diciendo que le habían prestado las dos primeras temporadas de una serie que iba de dos tíos que cazaban demonios, fantasmas, vampiros, hombres lobo, parcas, espíritus malignos de todo tipo y monstruos varios. Debo decir que, de no haber mencionado a los espíritus y los fantasmas, la hubiera visto de buen grado desde el principio, porque los montruos en general no me dan miedo. Pero tengo un problema con los fantasmas, sobre todo si son de niños pequeños y cosas así. Y en esta serie abundan los niñitos espeluznantes (entre muchas otras cosas).

De modo que le dije a mi novio que, mientras él viera la serie en el salón, yo me quedaría encerrada en la habitación viendo Veronica Mars, leyendo o cambiando mi estatus en el facebook (o sea, con la mente en blanco).

Sin embargo, tenemos un piso muy pequeño en el que se oye todo. A través de la puerta de la habitación empezaron a llegarme retazos del argumento de la serie. Sin querer, empecé a conocer las voces de los hermanos Winchester y de su padre; me enteré de la tragedia familiar, de lo de los demonios, las maldiciones y todas esas fábulas en las que nadie cree pero que en esta serie cobran una realidad palpable (porque es una serie muy bien documentada; la verdad es que se lo curran un montón).

Una de esas noches, salí de mi parapeto y crucé el salón para ir a por una cocacola. Vi a mi novio absorto en la serie y, no sé cómo, acabé sentada a su lado bebiéndome mi lata de cocacola y tragándome el episodio enterito. Como si de una posesión televisiva se tratara, empecé a dejar de lado mis miedos y reticencias y me empezaron a caer tan bien esos dos hermanos y sus manías, discusiones, aguas benditas, balas de sal y demás parafernalias, que ahora estoy peligrosamente enganchada a la serie y voy ya por la tercera temporada.

Lo mejor de todo es que he visto capítulos con fantasmas y, pese al miedo, lo he superado. A lo mejor es porque los dos protas son tan humanos, tan cercanos y tan normales en sus reacciones, que tengo menos miedo; o quizá sea porque tienen unos puntazos que te partes de risa. Pero no son puntazos estúpidos: no, este es humor del bueno. Y ojo, a veces también se ponen dramáticos, que se me han empañado los ojos alguna que otra vez.

Yo no sé ustedes, pero a mí ya me están entrando ganas de comprarme una petaca y llenarla de agua bendita, por si las moscas. Porque oye, nunca se sabe.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
BigCat
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