Una película valiente que trata a las personas como personas (aunque a veces se comporten como monstruos) y que se aleja radicalmente de los malvados de opereta , personajes de cartón piedra de siniestras motivaciones que son malos porque si.

Generalizar es problemático y aunque resulta fácil despreciarlos a todos , hay que entender que como personas que eran , no todos los militantes del partido nazi podían ser ogros-come-niños (niños judios , claro está) ...Tendrían sus familias , sus amigos... muchos eran soldados , pero tambien políticos , secretarias , artistas , obreros , etc.... el único fallo en común sería el de apoyar a un partido que acabó conquistando buena parte de Europa y matando en el camino a millones de personas de una manera clínica y desprovista de moral alguna.... de este lado se muestra que muchos de ellos eran personas horrendas de ferreas convicciones y una voluntad deformada e igualmente imparable (me viene a la mente la super-madre nazi...repugna pensar que pudiera existir gente asi).

Mención aparte merece el excepcional Bruno Ganz , que más alla de su genial interpretación, le otorga a tan repudiado personaje dosis de afectividad y calor humano innegables, consiguiendo hacerlo parecere entrañable por momentos (Hitler entrañable... que mal suena).

En el aspecto técnico, el ritmo es bueno, la fotografía cuidada, buenas interpretaciones y un enfoque casi documental que le sienta como un guante... Buena película con una visión diferente de los últimos dias del Reich y que merece la pena ser vista.

Nota: 7,1







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