No hay nada peor que no poder despedirte de alguien a quien amas y a quien encima has hecho daño. Un daño inmerecido. Ver cuan efímera puede ser la felicidad, ver ese amor tan bonito truncado... Me ha roto el corazón. Es demasiado realista, demasiado humana. Solo la luz que entra por la casa al final de la película nos da un poco de esperanza, esa luz que entra por la ventana mientras se escucha la voz de Ewan diciendo: "He vuelto a casa", como si fuera su alma, que por fin reposa en paz. Siento escalofríos mientras escribo esto. He aprendido dos cosas de esta película: que no importan lo que piensen los demás de nosotros, ¿qué mas da si te dicen cobarde, si eres feliz con tu mujer y tu hijo? y que nunca dejes que el sol se ponga sobre tu enfado (efesios 4:26)
Algo tiene esta película que es profundamente triste, aún sin pretenderlo, sin buscar el drama fácil, y yo creo que es por ser tan humana. Me ha hecho pensar más que las películas que pretenden precisamente ser enrevesadas y dejar pensando al espectador.
En una entrevista a Terence Davies (el director), le preguntaron: "¿qué enseñanza podemos sacar de Sunset Song?" A lo que él respondió: "El poder del perdón, que supera hasta la muerte, incluso en aquellos que no han tenido tiempo para reconciliarse".
Me quedo con eso, con el poder del perdón, y con el espíritu de Ewan que reposa en paz después de esa redención y perdón.