Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Pedro Triguero_Lizana:
5
Terror. Aventuras. Acción. Ciencia ficción El Santo es sometido por un grupo de maleantes y tras ser hipnotizado por el malvado doctor Campos (Joaquín Cordero) es obligado a colaborar en los planes de éste, que incluyen asaltos bancarios y sobre todo, el robo de la fórmula para la desintegración de la célula que está en poder de otros científicos. Es necesario que el inspector Zambrano (Enrique Zambrano) solicite la colaboración de otro enmascarado, El Incógnito (Fernando Osés) ... [+]
6 de octubre de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Acabo de ver en la Filmoteca Española esta película mexicano-cubana, y rodada en Cuba en 1958, muy poco antes del triunfo de Fidel Castro y sus barbudos compañeros de revolución, de modo que el equipo de rodaje tuvo que sacar el material rodado a toda prisa y sin sonorizar, por lo que dicen los rótulos explicativos de la versión restaurada que he podido ver. La dirigieron, según los rótulos, el para mí desconocido Joselito Rodríguez, y el no menos desconocido Enrique J. Zambrano, que además era productor y actor. Estos mismos directores repetirían la codirección en otra película de Santo, el Enmascarado de Plata, rodada al mismo tiempo en Cuba, "Santo contra hombres infernales" (1961), que por tanto contó con un equipo técnico y artístico muy parecido, y que, además, comparte planos con la película que me ocupa ahora mismo.

"Santo contra Cerebro del Mal" es una de las primeras películas de Santo y funciona como un espectáculo total de cine popular para públicos poco exigentes: hay un científico loco (Joaquín Cordero), unos extranjeros en busca de fórmulas científicas, y que seguramente proceden del otro lado del Telón de acero, una chica guapa a la que raptar, una actuación musical en un lujoso club a cargo de un trío de bailaores flamencos (¿españoles?), una policía que trata de atar cabos, y no uno sino dos enmascarados de torso desnudo y mallas apretadas, Santo e Incógnito, especie de superhéroes a la mexicana, para repartir golpes (con bastante estilo, la verdad) y hacer que venza el Bien. Curiosamente, Santo, pese a ser la estrella, y pese a encabezar el título del largometraje, tiene poco protagonismo. Cinematográficamente, la película no tiene mucho fuste, pero vista hoy posee un innegable encanto digamos "pulp", o popular, y además es un buen documento de la Cuba previa a la dictadura comunista que cerró los casinos en los que se rodó este entrañable film de intriga.
Pedro Triguero_Lizana
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow