Al ser del mismo director de John Wick y tener un trailer que hacía énfasis en las peleas la gente etiquetó esta peli como un John Wick femenino. Nada más lejos de la realidad. La película está mucho más cerca de ser un 007, es un film de espías en la Alemania comunista de la guerra fría, solo que contado con un estilo de más impacto.

Visualmente es una guapada, parece empeñada en querer que cada fotograma se convierta en algo iconográfico (aunque esto empieza a ser tendencia en el cine últimamente), su ambientación del Berlín ochentero es genial, y el diseño fotográfico es muy atractivo. Y por supuesto las coreografías son inmejorables, marca de la casa, aunque no hay ni mucho menos tantas peleas como en John Wick. Aquí hay 3 o 4 pero muy bien rodadas, una de ellas en un largo plano secuencia muy meritorio.

El resto es trama de espías pura y dura, que por ponerle una pega a ratos me resultaba difícil colocarme en la trama, algo que ya me ha pasado con otras pelis de espías. Dentro del subgénero guerra fría me parece mucho mejor peli que las sobrevaloradas "El topo" o "El puente de los espías" y de nivel similar o un pelín por encima de la entretenida Operación UNCLE (por citar las más recordadas de los últimos años).

Siguiendo la tradición de películas de espías de la guerra fría la película es cero emocional, es gélida, no hay sentimientos, no se profundiza en esa parte humana de los personajes, todo es juego de ajedrez. Y dentro de ese juego no solo merece destacarse a una Charlize Theron que para mi nunca ha dado tanto morbo como aquí, sino también (y yo diría por encima) a un magnífico James McCavoy en un personaje impredecible (asombroso el estirón interpretativo que ha dado este actor en los últimos años, no me extrañaría verlo ganar un Oscar algún día).