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Voto de El Tito Mel:
9
Thriller. Drama Arthur Fleck (Phoenix) vive en Gotham con su madre, y su única motivación en la vida es hacer reír a la gente. Actúa haciendo de payaso en pequeños trabajos, pero tiene problemas mentales que hacen que la gente le vea como un bicho raro. Su gran sueño es actuar como cómico delante del público, pero una serie de trágicos acontecimientos le hará ir incrementando su ira contra una sociedad que le ignora. (FILMAFFINITY)
30 de diciembre de 2019
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se hizo público que Warner DC rodaría un spinoff del Joker me temí lo peor, sobre todo viniendo de la ultima referencia en Escuadrón suicida. Me parecía innecesario y con altas probabilidades de ser bazofia. Luego fueron llegando noticias de que Phoenix la protagonizaría, que no sería una película de superhéroes ni villanos, ni siquiera una película de acción, sino un drama sobre los orígenes del personaje. Y ahí empezaron a subir mis expectativas. Definitivamente las ha cumplido con creces.

Quizá a estas alturas el mayor problema de Joker es que el hype está tan arriba que la opinión se ha vuelto muy polarizada. El 90% de la gente la nombra no solo la peli del año sino una obra maestra legendaria y el 10% restante (probablemente los que con todo el derecho del mundo se mantuvieron ajenos a las noticias de la producción y, al ir al cine conociendo solo el título, esperaban ver una peli de acción de un villano de DC y no un drama sobre una persona -y una sociedad- trastornada) la tachan de tostón gafapastoso sobrevalorado. Yo no la considero ninguna de las dos cosas. El término obra maestra lo reservo para obras de arte inmortales y desde luego no me parece que esto sea un tostón pretencioso (no confundamos el efecto hype popular con la propuesta cinematográfica).

Joker me parece una de las mejores películas del año y en particular un magnífico drama basado en un retrato radical de un ecosistema social con bastantes semejanzas al tiempo que vivimos. En realidad, la propia película es un poco Joker, en el sentido de que no pretende ofrecer una tesis sociológica sino simplemente provocar y disfrutar del caos ocasionado. Igual que el Joker, esta peli se convierte en líder de opinión y pensamiento sin pretenderlo, igual que el personaje se transforma en un líder revolucionario por accidente, sin querer mandar ningún mensaje sino simplemente expresar su ira y su dolor, como decía el Joker de Nolan en El caballero oscuro; ver el mundo arder. Ya es problema de cada uno si convierte eso en algo más. Aunque a veces la ideología no se base en análisis ni argumentos sesudos sino simplemente en ira, en una ira que genera filias y fobias.

En cualquier caso, yo no me quedo con eso porque creo que la película se sostiene mucho más allá de ese juego emocional. Es por eso que me parecen fascinantes sus primeros 90 minutos y no solo los últimos 30. La película me absorbe porque todo en ella es inmersivo para mi, desde la banda sonora hasta el diseño de producción de esa Gotham que parece el Nueva York de los años 70, lo que nos hace más fácil relacionarla en nuestra mente con almas gemelas míticas como Taxi Driver. De hecho, esta película bebe muchísimo del cine de Scorsese, a nivel de personajes y a nivel estético. Uno solo se da cuenta de que no está dirigida por él cuando se para a pensar que realmente no ha visto las grandes virtuosidades que acostumbra a ofrecer Marty en su uso de la cámara en movimiento, es en lo único que se nota que Todd Philips no es Martin Scorsese (y aún así ofrece planos bastante curiosos).

Y, por supuesto, lo que más me sumerge en esta atrevida propuesta, por encima de cualquier aspecto de su factura o gesto técnico, es la impactante performance de Joaquin Phoenix. Él es el 90% de la fuerza que genera que el motor de esta película funcione y sea un éxito. Mirad que ha habido grandes Joker pero aquí va un paso más allá. Phoenix está absolutamente devorado por el personaje como pocas veces he visto a un actor. No parece que haga una gran interpretación como la que hizo Jack Nicholson o Heath Ledger, es que parece que él es Joker, sin necesidad de actuar. Cuesta encontrar justificación para que no se lleve un Oscar que lleva mereciendo muchos años.
El Tito Mel
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