Desde la primera escena he tenido muy clarito a qué película me iba a enfrentar: a otra más de Nicolas Cage, en plan Bangkok Dangerous (o algo así) y Ghost Rider. La verdad es que no me extraña que no se tomen en serio a este hombre, porque me protagoniza cada bodrio...

La historia es exageradísima. Está claro que todas las sectas son destructivas, pero ésta? Qué borriquería. La película se podría resumir en algo así como sangre, violencia, chicas florero y acción sin un guión definido que busca más que entretener, cosa que, por cierto, ha conseguido, porque al menos yo no he mirado la hora ni una vez.

Los actores son horribles, aunque los papeles de William Fichtner y Billy Burke me encantan.

Bueno, yo recomiendo esta película a todo aquel que quiera pasar una hora y cuarenta minutos entretenidos todo el rato deleitándose con un espectáculo propio de Nicolas Cage, y americano a más no poder.