Vengo es el ejemplo de aquello que hace llamase cine y no lo es, en mi caso es una mala broma que me ha hecho perder el tiempo…
Una película que pretende mostrar el auténtico espíritu del flamenco, esos lugares donde se vive y el carácter de la gente que lo canta, son muy buenas intenciones pero en eso se quedan, en buenas intenciones porque lo que acaba mostrando es más bien una película amateur que no se sabe por donde les da el aire, ni al director ni a los actores.
Es el reflejo del espíritu machista de esta gente que trata a las putas como sus amigas para que forniquen con un pobre discapacitado, Antonio Canales quiere ser el reflejo del espíritu de un hombre amigo de los discapacitados y del hombre llano pero lo que resulta patética la relación con el discapacitado.
La lucha entre las bandas, más patética todavía, hay momentos donde se roza el cine amateur por no hablar de las interpretaciones, las cuales está claro que son actores muchos de ellos amateurs.
Bueno no quiero seguir perdiendo el tiempo en esta crítica de una película que me ha hecho perder un tiempo valioso de mi vida.
Buenas intenciones pero el resultado es un churro que no se sabe ni por donde cogerlo.