Aprovechando que en los últimos meses se están recuperando aspectos de los años 80, los responsables del film con Steve Pink en los mandos de la dirección, han querido presentarnos una alocada historia que entra de lleno en esa década.

La excusa argumental es juntar a una serie de personajes "actuales", con diversas problemáticas que les llevan a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Un tópico recurrente no sólo en el cine (con cierto gusto por mostrar historias decadentes en todo sentido) sino también es una frase que podemos escuchar casi todos los días. Dichos personajes, encabezados por John Cusak y acompañado por Rob Corddry, Craig Robinson, Clark Duke, , acuden a un determinado lugar, que es algo así como el sitio donde al parecer llegaron a la cúspide de sus vidas (no demasiado interesantes, por cierto), y que por un extraño accidente, sus deseos de volver a los tiempos donde eran unos adolescentes despreocupados, se ven cumplidos.

Pero la vuelta a los viejos tiempos, lejos de suponer un tremendo choque que evidencia lo mucho que han cambiado las cosas en sólo dos décadas, el realizador se dedica a salpicar el film de todos los tópicos de la década de los años 80 de forma abrupta y más bien poco sutil. No parece que haya ningún motivo aparente para situar a los personaje en los años 80 excepto el de entretenerse en un ejercicio de rememoración visual, donde predomina el trazo grueso en las presuntas bromas que jalonan el metraje. Lo cierto es que este olvidable film que no viene a aportar nada de nada al panorama cinematográfico. Un film de estas características solo sirve para refugiarse de los rigores del verano en las frescas salas de cine, aunque por suerte a estas alturas ya es historia en las citadas salas.