Con el subtítulo en castellano que con gran sagacidad y sutilidad han añadido al título original, pocas dudas quedan acerca de lo que vamos a ver. En efecto, se trata de una historia de vengaza. El film está dirigido por Nils Arden Oplev (director sueco de la primera parte de la saga "Millenium"), y tiene como protagonista a Collin Farrell, en el papel de Victor un tipo taciturno que trabaja para un matón aunque su verdadero propósito es algo bien diferente. En su tortuoso camino de cruzará Beatrice (Noomi Rapace) una joven con la cara desfigurada a causa de un accidente.

En el fondo, el film no nos ofrece gran novedad, desde el principio conocemos las intenciones de Victor, aunque tendremos que esperar para saber los motivos exactos, y a partir de ahí, el interés del film es saber si el protagonista va a culminar su venganza o bien será descubierto por el camino. Si que es cierto que este tipo de historias contienen mucha más acción, pero la intención del realizador es realizar un relato más intimista, centrándose en dos personajes que por razones diferentes han perdido el aliciente para seguir adelante y sus ansias de venganza les corroen por dentro, y en el caso de Beatrice incluso por fuera. En este sentido es mas interesante su personaje que el de Victor, ya que su rostro marcado le recuerda constamente el día que cambió su vida, y haga lo que haga esa huella siempre permanecerá, por lo que su caracter es igual de cortante que su cara. No es el caso de Victor, al que el semblante impasivo de Collin Farrell sólo ayuda a mantener cierta sensación de tormenta interior que nunca llega expresarse del todo.

Otro tanto a apuntarse en el buen hacer de Nils Arden Opley es en la construcción de una atmósfera misteriosa, que hace que el recorrido por los típicos escenarios de los gangsters (espaciosas naves en lugares apartados, sórdidos pisos con tipos llenos de tatuajes y armas, etc) sea más ameno, y sobre todo las dos viviendas de sus protagonistas, con un excelente juego de luces y sombras que nos hacen que sean unos lugares más bien poco acogedores.

El film consigue mantener el interés, sin necesidad de grandes tiroteos ni persecuciones espectaculares, ofreciendo, poco a poco más información sobre las circunstancias de Victor. Quizás se echa de menos algo más de ambiguedad en su personaje que le hubiera proporcionado una mayor profundidad. Por otro lado, desde mi punto de vista, el último tercio y en especial la resolución final malogra un tanto los aciertos iniciales del film por cuanto, trata ofrecernos algo diferente al resto para terminar como la gran mayoría.