¿A quién ama Gilbert Grape? es una película preciosa. Sin más.
Lasse Hallstrom, experto en historias de sentimientos, dirige una película que, sin ser perfecta (se le podría criticar ese final tan poco acorde con la amargura mostrada hasta el momento), sí emociona y entretiene, que es lo que pretendía, y cumple perfectamente con la intención de humanizar y hacer cercanos a unos personajes que pertenecen a una familia bastante extrema y que, vistos desde otro prisma, podrían haber sido de película de terror (la madre obesa, el hermano mayor que cuida de todo, el hermano pequeño con discapacidad intelectual... vaya, que les hubieran encantado a Tobe Hooper y Wes Craven para un buen film de exploitation).
De Leonardo Di Caprio solo se pueden decir dos cosas: parece discapacitado de verdad y su interpretación no recuerda a nada de lo que había hecho antes o hizo después. Sin duda, su mejor actuación desde el inicio de su carrera hasta 2006. Pero tampoco sería justo olvidar a un Johnny Depp muy comedido y con una mirada muy expresiva (ya casi no nos acordamos de lo que es verlo interpretar un papel "normal", ¿verdad?), a Darlene Cates, Juliette Lewis (otra actriz con mucho talento experta en papeles de chica rarita) y las dos hermanas, Laura Harrington y Mary Kate Schellhardt, que también hacen un trabajo notable.
En definitiva, un muy buen drama que demuestra que el amor siempre va por delante de cualquier emoción negativa.

Lo mejor: sus buenos sentimientos y su oda a la familia, sea como sea. Y por supuesto la interpretación de Leonardo Di Caprio.
Lo peor: El final es poco satisfactorio y tampoco es una obra maestra.