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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
8
Cine negro. Intriga Amargado después de estar en la cárcel por un robo que no cometió, Joe Bell pronto vuelve a prisión, en una cárcel con plantación. Su amor por la hija del capataz les lleva a un enfrentamiento entre ellos, lo que hará que el viejo capataz muera de un ataque al corazón. Joe y Mabel se fugan porque piensan que nadie creería a un tipo como él. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gato escaldado del agua fría huye.

Eso es John Garfield en esta preciosa y esperanzadora fábula. Que, para mí, de eso se trata, no tanto un film de cine negro o intriga sino un cuento moral, cálido y romántico, engarzado en una historia de drama social con la Depresión como telón de fondo.
Garfield es un gato callejero, arisco y desconfiado. Razones tiene para estarlo. Acaba de cumplir una condena de once meses en prisión por un robo que no cometió y todo por involucrarse en prestar ayuda a la víctima.
La próxima vez no parará a hacerlo. Se buscará la vida y no rendirá cuentas a nadie, ni a la justicia, ni a la sociedad ni al mundo que le ha dejado de lado. Si tiene que golpear, golpeará primero, si tiene que escupir será el primero en hacerlo. Y si ocurre algo a su alrededor, aunque él no tenga la culpa, echará a correr como alma que lleva el diablo.
Y la sociedad de la era de la Depresión no se mostraba muy misericordiosa con los gatos callejeros. Garfield no tardará en verse otra vez metido en problemas, los vagabundos no estaban bien vistos, había una ley contra ellos y cualquier gato que osara asomar sus patas por el lado bueno de la sociedad era echado sin contemplaciones o condenado a trabajos forzados al servicio de la comunidad.
Priscilla Lane entra en su vida y será la única que consiga derribar las defensas del felino pero esto sólo le va a suponer huir con él hacia ninguna parte. No podrá convencerle de ningún modo de que deje de correr y de huir de la sociedad. -O huyes conmigo o te bajas aquí-.
Y mira que con lo que se encuentra el gato a partir de ahí en su camino, no son patadas ni escupitajos, sino más bien amabilidades y bondades. Pero al gato arisco le va a costar horrores desprenderse de su rudeza, limar sus garras y volver a confiar (es conmovedora también, la escena en la que Garfield, por fin, se confiesa ante su jefe Hale o cuando se da la vuelta en la tienda de alimentación) y va a necesitar toda la ayuda que puedan prestarle, a pesar de sí mismo, tanto su ángel de la guarda (Lane), que tendrá que tomar una decisión drástica, como los amigos, que sí confían en él, aunque él ya no crea en nada ni en nadie más.
Una magnífica película muy bien realizada, de corte romántico, humanista y bastante moralista, soberbiamente interpretada por la pareja protagonista y por los secundarios que son muy buenos y que nos regala una historia de amor hermosa, pura, incondicional y redentora, con un mensaje que se quiebra un poco en la escena final del juicio al querer introducir el inevitable discurso proamericano sermoneador que resulta falso y sobrante. Un juicio un poco menos emocional y más basado en las evidencias que demostraran su inocencia le habría quedado de maravilla, la película no necesitaba de la moraleja redundante de apelar a la solidaridad y ayuda a los desvalidos. Con apelar a la simple y llana justicia bastaba.

Una nota excesivamente baja veo yo en esta página para este film que se conduce sin fisuras. ¿Estamos ciegos o qué?.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Izeta
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