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España España · Madrid
Voto de Pavorosa:
5
Drama Georges y Anne, dos ancianos de ochenta años, son profesores de música clásica jubilados que viven en París. Su hija, que también se dedica a la música, vive en Londres con su marido. Cuando, un día, Anne sufre un infarto que le paraliza un costado, el amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba. (FILMAFFINITY)
3 de agosto de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amor se tambalea incesantemente entre obra de arte, culebrón televisivo y tostón insufrible. No ayuda demasiado que comience con tan mal pie, ya que su inicio es excesivamente lento y anodino, de tal forma que el espectador se enfrenta al resto de la película con una actitud desganada. Lo confirmo, es lenta sin razón y sin motivos, ya que graban escenas interminables que no aportan gran cosa. Perfectamente, se podía contar lo mismo, en menos tiempo. De hecho, en algunas escenas, si en vez de grabar una imagen se limitasen a colarnos una fotografía, no lo notaríamos. Su estética es hermosa, pero no por ello deberían grabarlo todo hasta que se agote la batería de la cámara. Por suerte, mejora a medida que avanza.
En cierto modo, es una película extraña. Más que película, me pareció un documental casero. Sinceramente, si me cuentan que el anciano se ha limitado a poner un par de cámaras por toda su casa y luego ha recortado la grabación para ofrecernos los momentos más crueles de su enfermedad, me lo creería sin lugar a dudas. Lo cual no es del todo bueno, ya que también comparten con el espectador algunas escenas familiares que lo único que consiguen es agotar nuestro interés, así como ciertas conversaciones excesivamente triviales e irrelevantes para la historia. Todo ello, a cámara lenta, aunque con algunos saltos en el tiempo que dejan otras escenas inconclusas. De acuerdo que intenten reflejar una historia ficticia con el mayor realismo posible, pero abusan de recursos sobre lo cotidiano.
Un detalle que no me ha gustado demasiado, fue su pesimismo inicial. Todo comienza con las vidas normales de un par de viejos adorables. Pero, de pronto, se acaba el mundo para ellos. Al principio de su enfermedad degenerativa, la mujer se encuentra encerrada en su propio hogar, sin necesidad aparente, transmitiendo cierta sensación de claustrofobia. Nos presenta la parálisis como el fin de su existencia, ya que la totalidad de la película transcurre en el interior de una vivienda. Directamente, ambos se dejan morir. Después, empeora. Y es de agradecer que no pretenda impactar al espectador únicamente a través de las miserias humanas, denigrando a su personaje de forma constante. Al contrario, hace sufrir al espectador con cierta elegancia.
En cuanto a las actuaciones, el personaje femenino era adorable. Su interpretación fue espléndida, transmite en todo momentos sus emociones, a veces incluso sin palabras. Por el contrario, no soportaba a su esposo. Ignoro si deseaban describir a un anciano desagradable o entrañable, pero su personaje me parecía tan hastiado de la vida, que sentía lástima de su mujer. De todas formas, desconozco cuál era su propósito inicial, así que ignoro si eran exigencias del guión o si fue un fallo en su interpretación. El caso es que, a medida que avanza la película, parece que se va metiendo en el papel y el anciano termina provocando infinidad de emociones.
La verdad es que resulta complicada de ver, requiere mucha paciencia. Ciertamente, es una película bastante mejorable, pero no me pareció tampoco la cagarruta que describen algunos. ¿Lo mejor de todo? El final llega cuando menos te lo esperas. No necesita apoyarse en una música emotiva para transmitir sufrimiento. Y desde luego, provocará un mar de lágrimas en aquellos que hayan sido testigos de una historia como la suya.
Pavorosa
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