Otra temporada más, otro año más, otro Halloween más, y mucho mejor que ir por ahí llamando timbres, fastidiando a la gente y emborrachándose en parques públicos es quedarse en el salón en compañía de nuestra familia estadounidense favorita.

No es la primera vez ni será la última que confiese mi odio viperino hacia la festividad de Halloween, una tontería con fines comerciales que se adjudicaron los americanos años ha y la cual poco a poco nos hemos tenido que comer nosotros (los españoles) hasta convertirla en una puñetera tradición por encima de nuestro Día de Todos los Santos. Así y todo me encanta revivir al lado de los Simpson ese ridículo día festivo en el que los muertos caminan, los asesinos en serie destripan a todos los adolescentes que se encuentran y los demonios invaden nuestros sueños.
Y de nuevo llegaba la ocasión, en una 6.ª temporada que ya estaba obteniendo muy buenos índices (gracias a capítulos como "Rascapiquilandia" o "Bart de Oscuridad") y que aún tenía mucho más que ofrecer, la ocasión de asustar y divertir a la audiencia con otro especial de "La Casa-árbol del Terror", esta vez encargándose un habitual del mismo, Jim Reardon, contando con cuatro colaboradores para el libreto (Greg Daniels, David Cohen, Dan McGrath y Bob Kushell). La novedad fue que David Markin, director de aquella 6.ª temporada, decidió desafiar aún más las leyes en cuanto a censura debido a las continuas quejas que muchos lanzaban contra la serie.

De ahí que veamos a Marge (en esa pequeña introducción teatral rescatada de la 1.ª y 2.ª "Casa-árbol") advirtiéndonos de la negativa del Congreso a retransmitir el especial; satírica entrada acompañada de un homenaje que hacen Homer y Bart a la mítica "The Outer Limits", comenzando así el quizás más exitoso y memorable Halloween de "Los Simpson" de toda su carrera televisiva, el último que mostaría las tumbas con graciosas inscripciones:
-La culpa es de "The Shinning", que básicamente parodia el legendario film de Kubrick, con Homer volviéndose realmente aterrador (jamás le vimos así de aterrador). Desde el principio la burla es genial y va "in crescendo" hasta alcanzar sensacionales momentos, no sólo gracias al humor, grueso a más no poder, sino a las tremendamente asfixiantes atmósferas que logran modelar los creadores, por los movimientos, por los encuadres, por el uso del color; aparece Willie como Hallorann en un cameo memorable y una frase para la Historia: "¡Posees el "resplandior"! [...] ¡Sshh!, que nos acusan de plagio". Superar esta magnífica apertura es ya casi imposible.
-No así Reardon y sus acólitos nos regalan otra parodia, esta vez de un relato del maestro Ray Bradbury, "A Sound of Thunder"; no hay máquinas ni safaris, el pobre Homer se convierte en viajero temporal (y en la primera persona no brasileña en hacerlo) debido a su tostadora. Deliciosa ilógica a disfrutar; "Time and Punishment" asegura un ritmo trepidante al saltar Homer desde el Jurásico hacia universos alternativos tan inquietantes (la sociedad futura regida por Flanders) como disparatados, y con intervenciones como las de Kang y Kodos, Sherman y el sr. Peabody (de "Las Aventuras de Rocky y Bullwinkle") y Willie, sufriendo el mismo destino que en el primer segmento. Inolvidable ese furioso "¿No tocar nada, no tocar nada?, ¡y una mierda!".
-"Nightmare Cafeteria", tomando su nombre de la serie de cortísima vida "El Café de las Pesadillas", creada por Wes Craven, reduce el nivel de calidad de las anteriores historietas pero aumenta el de violencia hasta límites repulsivos. El colegio de Bart es el escenario de un ataque de canibalismo por parte de los profesores, y nadie puede ayudar a los alumnos (ni siquiera Homer, a quien no veremos por ninguna parte); desolador y negrísimo relato que evoca al horror de Romero, Dante y H.G. Lewis mientras nos muestra en su forma más explícita el escalofriante misterio de "Cuando el Destino nos Alcance". Por cierto, Willie descubre definitivamente que lo suyo no es ser el héroe (y para resarcirse se convertirá en Freddy Krueger en el próximo especial).

Unos índices altísimos dieron al traste con las idioteces de los censores; la gente de Matt Groening lo hizo de nuevo. Si bien en su episodio final flojea la genialidad, los dos primeros consiguen mantener imbatible a este 5.º Halloween como el mejor jamás emitido.
Por supuesto "The Shinning", elogiado por todos los fans, es el brillante esfuerzo de los creadores; la virtud de contar en menos de ocho minutos con algunas de las secuencias más poderosas de toda la serie. Sencillamente inolvidable.