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Voto de Chris Jiménez:
3
Acción. Aventuras Rambo es excarcelado y enviado de vuelta al Vietnam con una nueva misión: averiguar el paradero de unos soldados norteamericanos desaparecidos. Tras saltar en paracaídas en la jungla, portando únicamente un cuchillo y un arco con flechas, se le dice que no ataque al enemigo y que sólo haga fotografías de reconocimiento. Pero el plan no saldrá como estaba previsto... (FILMAFFINITY)
24 de julio de 2017
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay algo que me jode de los '80 (bueno, y de los '90, y de la actualidad) es que cuando una película de acción tenía éxito los productores de Hollywood creaban una saga y no paraban de tirar del hilo hasta ir degenerándola más y más.
Estamos ante uno de esos claros ejemplos.

A ver, no había ninguna puta necesidad de hacer una secuela de "Acorralado". ¿Pero por qué? Por dinero, punto (hizo, y en cantidades). Y fue esa secuela y la posterior tercera parte la que hicieron que el personaje de John Rambo fuera tan mal visto y relegado por siempre a ser ese tío que iba con una metralleta, un arco, un cuchillo y una cinta roja atada a la frente por la jungla o por la selva, matando a quien fuera. Qué poca vista tuvieron los productores y sobre todo Stallone.
La película que se basaba en la novela de David Morrell y que dirigió Ted Kotcheff no presentaba solamente a una máquina de matar llamada Rambo, qué cojones. Rambo era mostrado como un hombre solitario, abandonado, tachado de asesino por la gente de su propio país tras volver de Vietnam. Si tuvo que volver a coger las armas fue para defenderse de aquellos que le persiguieron como un animal, porque era la única manera de que le escuchasen de una vez por todas. Su voz era la de esos hombres que pelearon en nombre de una patria que luego les acabaría condenando a ojos cerrados.

Ese mensaje reaccionario y esa crítica antimilitarista era la esencia verdadera del film del '82, aunque estuviese disfrazado de película de acción con muchos tiros y violencia. Todo eso se va por la borda en esta patraña, igual de reaccionaria también pero mediocre hasta rabiar, concebida por James Cameron, Kevin Jarre y el propio Stallone. Nada, ahora vemos cómo el ex-boina verde está en prisión por las barbaridades que hizo en Hope y por dejar sin piernas al sheriff del lugar tres años antes, pero es sacado de allí por su inseparable Coronel Trautman para cumplir una misión así porque sí: rescatar prisioneros de guerra que aún siguen retenidos en Vietnam. Toma castaña; la verdad es que tuvieron narices al llevar esta historia a cabo para el cine, ya que el tema de los cautivos norteamericanos en aquellas lejanas tierras era un asunto turbio a mitad de los '80.
Bueno, pues allá que va el pobre de John, tirándose en paracaídas y liando la de Jesucristo bendito en los campamentos vietnamitas poblados por unos soldados con muy malas pulgas y dispuestos a dejar como un colador a cualquier yanqui que asome la jeta por allí. Pero eso no es lo más preocupante, además ahora le han puesto a una compañera tailandesa, Co-Bao (seguro que fue cosa de Cameron), que de poco sirve...de acuerdo, le salva la vida, hasta consigue enamorar al forzudo y darle un beso (pero las mujeres le duran a Rambo tanto como a Plissken, así que todos sabemos que ella va a morir y que él la vengará).

Vaya tela el de este personaje, encarnado por una Julia Nickson que manejará bien la metralleta y estará más buena que el pan, pero que suelta sus frases (sobre todo las dramáticas) de una forma ridícula como pocas veces he visto y con una muerte que está entre las más penosas de la Historia del cine. Yo estaba deseando que la mataran cuanto antes, pero la tía duraba, ¿eh? Richard Crenna tampoco se esfuerza mucho por repetir como Trautman, con estar y decir lo bueno que es su hombre le basta, y el Murdock que interpreta Charles Napier, un habitual de la serie "B" (el Harry de "Cherry, Harry y Rachel"), ni por casualidad está a la altura del cabrón del sheriff al que daba vida Brian Dennehy.
Dirige como puede George Cosmatos, que volvería a trabajar un año después con Stallone en "Cobra", y que se centra sobre todo en una cosa: acción y espectáculo. Porque en eso la película no decepcionará. Los que vayan buscando acción se lo pasarán en grande entre cientos de explosiones, tiros a mansalva y cadáveres apilados en el barro. Pero ya está, de ahí no pasa este subproducto para lucimiento exclusivo de los bíceps del héroe, aunque por supuesto le de tiempo a soltar su frase final con el único propósito de hacer que los más patriotas se levanten y le aplaudan (hubo quienes lo hicieron en los cines en aquel entonces).

Lo dicho, el que vemos aquí no es el John Rambo original, es su variante "exploitation" y más fantasma. Y por culpa de ella el personaje se iría a la mierda.
Pero todavía quedaba la tercera...que Dios nos coja confesados.
Chris Jiménez
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