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España España · Barcelona
Voto de ninfa_audrey:
3
Romance. Drama David Kepesh (Ben Kingsley), un carismático profesor, está orgulloso de seducir a alumnas deseosas de probar experiencias nuevas, pero sin ningún compromiso. Pero, cuando la hermosa Consuelo Castillo (Cruz) entra en su clase, sus precauciones se esfuman. Esa belleza morena consigue, al mismo tiempo, cautivarlo y desconcertarlo. Consuelo es para él algo más que un objeto de deseo. Su fuerte personalidad y su carácter apasionado ... [+]
25 de mayo de 2008
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que tal vez el ir con tantas preconcepciones es lo que me ha hecho salir de la sala con una decepción tan grande…(en realidad me estaba sintiendo decepcionada desde casi el buen principio, pero esperaba con esperanza un “milagro” de última hora o a tiempo al menos, para “arreglar” mi frustración personal de admiradora acérrima de la catalana). Podría enumerar según mi opinión varias razones por las que me ha defraudado, pero la principal es bien simple: no encontré en los 100 y pocos minutos de metraje esa química, esa intimidad y conexión que te hace sentir la historia sin necesidad de que sea narrada, sin apenas diálogos como Coixet nos tenía acostumbrados, sumergirte en ella y hacerla tuya, propia, deleitarte en privacidad aunque estés en una sala con decenas de personas. Ese viaje íntimo y personal que cada uno hace a su manera con sus sentimientos y vivencias según lo que va viendo, o mejor dicho, lo que el filme le va transmitiendo. Y en buena parte tiene que ver con los personajes principales: Kingsley está soberbio y es quien salva el bote, aunque a veces se haga demasiado pesado por la repetitividad de planos con sus mismas expresiones. Pero Penélope es fría y distante, plana como escrita en un papel, no transmite absolutamente nada, porque lo que hace todavía peor su interpretación, no se percibe ninguna química entre ella y el otro protagonista. Las sensaciones y sentimientos no traspasan la pantalla, no llegan al espectador y podrían hacerlo ya que la historia tiene fuerza para ello…pero a mí no me ha llegado nada. El recurso de la voz en off, más que conseguir que interioricemos ciertas cosas, acaba por cansar debido al abuso que se hace de él, distrae, en muchos momentos, es innecesario, pues solamente con la imagen se podrían resolver muchas de las escenas. Al igual que el piano, si hubiera sido más comedido, se habría quedado grabado como parte importante de la esencia de la historia, pero en ocasiones acaba por hacerse molesto como un “ruido” insistente y agobiante, por momentos angustioso, en lugar de la dulce melodía de trasfondo que debería ser. En resumen por no aburrir yo también…estoy muy triste pues nunca esperé no emocionarme con una película de Coixet, no conmoverme, nunca esperé aburrirme, mirar el reloj varias veces, no sentir nada dando vuelcos en mi interior…básicamente eso: no sentir. Ni tampoco esperé quedarme con este amargo sabor de decepción en la boca, de la pérdida del tiempo que dura la historia…y del dinero que hoy en día cuesta una entrada de cine. Una auténtica lástima que me provoque más sentimientos mi frustración particular por sentir que la directora “me ha fallado”…que la propia historia. Mi corazón anhelaba volver a vibrar con su poesía visual, melódica e interpretativa, y se ha quedado chafado con las ganas. Espero que vuelva pronto la Isabel Coixet de siempre…todos tropezamos alguna vez.
ninfa_audrey
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