No tengo dudas de que Clint Eastwood es hoy por hoy uno de los directores más longevos en la industria de Hollywood y en igual medida uno de los más comprometidos también con todas sus obras.

Conmovedoras y crudas, pero justas y que se han ganado gran apoyo de crítica y público.

No quiero ahondar más en este preámbulo, así que voy a ser directo y franco. Este film basado en hechos reales es muy bueno en términos narrativos, de producción e interpretativos (genial Bradley Cooper), creo que nadie va a discutir eso.

El detalle (único por cierto) que tiene en su contra es que peca hasta con descaro de patriotismo y en exceso. Es ese detalle el que le resta mucho valor al resultado final.

Probablemente en EE.UU. funcione y con mucho éxito, pero yo le doy el mayor crédito y mayor fortaleza del film la sútil y compleja interpretación de Bradley Cooper junto con una correcta Sienna Miller. Nada más.

Punto.