Al acabar de ver la primera temporada, uno confirma que está siendo tratado sólo como un consumidor. Tras 13 capítulos repitiendo la misma fórmula, de nuevo nos dejan con un presumible, pero seguro que falso, culpable en pantalla. Venga hombre! Episodio tras episodio trazando un camino clarísimo hacia un asesino que en última instancia..."Vaya, nos equivocamos de nuevo; perdón, son las pistas que nos pone el guionista".

Los productores pensarán (y supongo que tienen razón a la vista del seguimiento) que no importa crear una y otra vez falsos culpables y que a los espectadores no les ofenderá tal manipulación comercial. Pues bien, yo no voy a perder el tiempo viendo el resto, ya buscaré en internet quién es el asesino.

Conste que el trabajo me parece muy bueno por parte de todos (cámara, fotografía, actores...), hacen lo que se les manda. Lo que me molesta es el planteamiento de salida.