Como digo, esta película pule algunos fallos de la original. ¿De verdad, Zazú, nunca sospechaste de Scar cuando ibas a buscar ayuda y te estampó contra la pared? ¿Cómo escapó Nala de las tierras del Reino para ir en busca de ayuda? ¿Qué pasó antes de que Scar odiara tanto a Mufasa? Estas preguntas, y algunas más, quedan resueltas en esta cinta. Los personajes se completan (Pumba aquí es mucho más gracioso, se le da un mayor protagonismo a Nala, que mantiene un interesante y novedoso enfrentamiento con la hiena Shenzi, Sarabi también cobra protagonismo al rechazar a Scar, en lo que es otra novedad interesante...) Nuevas metáforas, también. La del ciclo de la vida ya la conocíamos todos, pero en esta cinta se contrapone a la teoría de la línea de Timón y Pumba, que deja también algunos momentos para las risas. Nuevas escenas (el mechón de pelo llegando hasta Rafiki pasando por los diferentes animales, representando el ciclo de la vida. Pensándolo bien, parece que la línea es un poco curva...) La única pega para esta película llega a la hora de representar ciertas escenas que no pueden representarse tan épicamente desde el realismo, como la escena de la estampida o Mufasa entre las nubes. Pero el impacto visual compensa lo anterior, y quienes como yo apuesten por el realismo, deben asumir que no será posible representar ciertos momentos.
En resumen, hay muchos motivos para disfrutar de esta película, para verla sin compararla con su predecesora, y para pensar que, si no fuera por ella, tendría un par de puntos más de valoración. Porque esta película aúna una historia increíble, unas imágenes insuperables y una música perfecta. ¡Larga vida al Rey!