Me encanta el terror y no me suelen gustar las películas canadienses. Salvo excepciones, no he tenido mucha suerte con la cinematografía de este país, pero al ver quién firma la dirección, me animo a ver esta película.

Laugier me impactó hace unos años con su mejor película con diferencia, con mucha diferencia, hasta la fecha: MÁRTIRES, un terror desasosegante y muy diferente a cualquier otro que hasta el momento hubiera visto. Bien es cierto que luego me defraudó cuando aterrizó en USA con EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS, una fallida película de terror en la que solo destacaba la presencia de Jessica Biel.

Aquí estamos ante un término medio: no es ni de lejos tan buena como MÁRTIRES pero es mucho mejor que EL HOMBRE DE LAS SOMBRAS. Tiene un comienzo muy bueno que se va diluyendo desde el momento que el espectador sabe que se le ha engañado con el truco, mezquino siempre, de no contarle la verdad completa y mostrarle solo la parte que le interesa para intentar sorprenderle de nuevo. El viejo truco de el sueño de los Serrano o del final de Perdidos, algo así, no tan burdo pero igual de mentiroso.

Lo mejor, la pareja de malvados dementes, en la línea de LA MATANZA DE TEXAS, lo peor, la pareja de protagonistas a partir de que su cara acusa las palizas a las que se las someten: queda poco creíble.

Una pena, porque Laugier es un director distinto y capaz de ser uno de los mejores dentro del género de terror cuando la historia y el guión le acompañan. Oficio y talento no le faltan.

Una película para pasar el rato y olvidar.