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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama. Romance Mahir (Talat Bulut), un maestro del oeste turco, es enviado en 1961 a una aldea rural del este, en donde no hay ni escuelas. Acepta el reto con una sola condición: que las mujeres del pueblo puedan asistir también a sus clases. A medida que se involucra en la construcción de la escuela, Mahir se encariña con la gente y le toma especial aprecio a Aziz (Mert Turak), un hombre discapacitado de 34 años, que no sabe leer ni escribir. (FILMAFFINITY) [+]
8 de abril de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay hechos, situaciones y personas que, al llegar a nuestra vida, de entrada las rechazamos porque las consideramos malas, indeseables o porque no creemos merecerlas; y olvidamos, entonces, hacernos las necesarias preguntas: ¿Y si esto que ocurre fuese para nuestro bien? ¿Será que hay implícito en ello, un karma que debemos tramitar? ¿Será que si asumo con entereza esta situación (o a esta persona), algo bueno, o quizás grandioso, se derivará de ello?

Cuando se tiene vocación, y uno ama con alma, vida y sombrero la profesión que ha elegido, ni siquiera se hace estas preguntas. Simple y sencillamente, asume su tarea por amor a la humanidad y es, entonces, cuando ejerce el rol perfecto que define el Bhagavat Gita: “Un devoto puro no desea ser promovido a los planetas celestiales, ni busca la unidad con el Creador, tampoco la salvación o la liberación del enredo material. Un devoto perfecto no tiene otro deseo que el de complacer a la Suprema Personalidad de Dios”. La razón por la que valoro tanto a los ateos -mucho más que a los “religiosos”- es porque buscan el bien común, mientras que, los que se dan golpes en el pecho, solo aspiran a satisfacer sus personales -y muchas veces mezquinos- deseos.

El profesor, Mahir Yilmaz, un hombre casado y con dos niñas, no está conforme con la vida que lleva y anhela marcharse para ejercer, como debe, su profesión. Contra los deseos de su esposa, Yilmaz se marcha hacia un remoto pueblo donde, luego, se enterará que no tienen escuela desde hace treinta años y esto lo verá reflejado en el nivel cultural de sus habitantes. Además, se supone que aquella es una tierra de delincuentes, pero, la advertencia no lo amilana y el hombre decide seguir adelante en su empeño de servir… aunque alguna vez flaquee antes de conocer la calidad de gente que lo rodea.

Haciendo las veces de Director, guionista, compositor y actor de reparto, Mahsun Kirmizigül, consigue con, <<EL MILAGRO>>, otro de esos filmes turcos que han sido trazados para movernos el alma. Los olvidados del mundo son aquí los sagrados protagonistas y aun con su atraso cultural, sus dientes sucios… y sus malformaciones físicas, nos van a demostrar que poseen una calidad humana inmensa, la cual han aprendido compartiendo necesidades y fe (no han leído más que el Corán), y ayudándose los unos a los otros… y quizás, saben mucho más de convivencia que lo que han aprendido los pueblos industrializados con sus doctorados y maestrías.

Personajes como Aziz, el discapacitado; Gaffur, el niño retraído, hijo del revolucionario Cemil; Hazar, la madre encargada de elegir las esposas para sus hijos; Mizgin, la bonita muchacha que llegará como premio para el mayor de los olvidados… y ese maravilloso anciano, Muhtar Davut, el humilde y noble patriarca del pueblo, harán de esta conmovedora y aleccionadora historia, una experiencia inolvidable.

Me inclino ante los actores: Erol Demiroz, Meral Çetinkaya, Mert Turat y Talat Bulut, en ese orden, pues, sus personajes nos sobrecogen y nos transmiten una energía que solo produce el arte bien horneado.
Luis Guillermo Cardona
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