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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Western Un grupo de cheyennes ataca un convoy militar que transporta la paga de los soldados; sólo quedan dos supervivientes: Cresta Lee, la prometida de un oficial, y el soldado Johnny. Ambos vivirán una auténtica odisea intentando llegar a Fuerte Reunión. (FILMAFFINITY)
31 de diciembre de 2018
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
De acuerdo con el Tratado de Fort Laramie, firmado en 1851, a siete naciones indias -entre las que se contaban los Cheyennes y los Arapaho-, les seguiría perteneciendo el territorio comprendido entre, North Platte River y el río Arkansas, y desde, Rocky Mountains, hasta el oeste de Kansas… pero, pocos años después, se supo que había oro en Rocky Mountains y en parte del territorio de Kansas que pertenecía a los indígenas y ¡surgió de nuevo la fiebre del oro!, la cual atrajo a miles de estadounidenses que invadieron las tierras de los indios… y a sangre y fuego hicieron cuanto pudieron para quedarse y explotar las minas... y pronto convencieron al Comisionado de Asuntos Indios para que estableciera un nuevo tratado que, una vez más, redujera su territorio ancestral.

Gran parte de los Cheyennes se enfurecieron cuando, en 1861, a sus jefes los obligaron a firmar un nuevo tratado que reducía su territorio ¡a menos de una décima parte del que tenían anteriormente!, y decidieron desconocer dicho tratado viviendo y cazando en el que seguían considerando su territorio y ejecutando toda suerte de hostilidades contra la caballería y contra los colonos que ocupaban y explotaban sus tierras.

Iniciada la Guerra Civil Estadounidense, quien fuera pastor de la iglesia metodista, John Milton Chivington, surge como voluntario en el ejército del norte, y con el rango de coronel, se convierte en un brutal y psicópata militar dispuesto a exterminar hasta al último de los indios.

Lo que hizo, éste siniestro personaje, en la llamada Masacre de Sand Creek (1864), será tan rigurosa y objetivamente ilustrado por el director, Ralph Nelson, que, <<SOLDADO AZUL>>, puede ser considerada como una de las películas más honestas y autocríticas que se hayan podido realizar en los Estados Unidos de Norteamérica. Solo se cambiaron los nombres y se excluyeron algunos incidentes excesivamente brutales, pero, lo que veremos ya es harto horroroso.

La historia era muy oportuna, pues, de paso servía para rememorar otro reciente y cruento episodio que, Nelson y toda la gente civilizada del país del norte, repudiaron con toda su alma: La Matanza de My Lai (Mi Lai, Vietnam, 1968) en la que, el teniente William Laws Calley y su comando, luego de violar a las mujeres y niñas que encontraron, procedieron a asesinarlas a sangre fría junto a los ancianos que eran los únicos que con ellas se encontraban y, antes de marcharse, prendieron fuego al caserío hasta arrasarlo por completo. Las víctimas fueron varios centenares de inocentes vietnamitas.

<<SOLDADO AZUL>>, dedicará, la primera y más extensa parte de su historia, a recrear la particular travesía a la que se ven abocados un soldadito de la Unión, Honus Gent, y una hermosa mujer, Kathy M. Lee, quien estuviera secuestrada por los Cheyennes (quienes la llamaban Cresta) y, ésta experiencia servirá para que, la avezada rubia, ponga en ascuas con sus magníficas formas al tímido soldadito, mientras lo va aleccionando sobre la verdadera relación del ejército con los pueblos indígenas.

La tímida acogida que, en los EE.UU., algunos críticos dieron a ésta magnífica película, se comprende por sus "deberes" para con las instituciones y con aquellos medios donde no se puede pensar distinto a la línea editorial, pero, no obstante, fue un gran éxito de taquilla y como dijera la protagonista, Candice Bergen, ésta fue “una película donde el corazón, y quizás mucho más, estuvo en el lugar correcto”.

Cualquier parecido de ésta historia con la de, “The Stalking Moon” (Robert Mulligan, 1968), es obra del escritor, Theodore V. Olsen, autor de las novelas en las que ambas películas se inspiraron.

P.D. (Léase tras haber visto la película): En la vida real, el comité judicial que se ocupó del caso, de palabra condenó la conducta del coronel Chivington (Iverson, en el filme) y sus soldados, pero, no hubo ningún cargo contra ellos... El coronel tan sólo vio arruinadas sus aspiraciones políticas por la repulsa de los electores.

Título para Latinoamérica: CUANDO ES PRECISO SER HOMBRE
Luis Guillermo Cardona
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