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Voto de Natxo Borràs:
8
Drama El Padre James Lavelle (Brendan Gleeson) se esfuerza por conseguir un mundo mejor. Le preocupa ver la cantidad de litigios que enfrentan a sus feligreses y a la gente de su parroquia, y le entristece que sean tan rencorosos. Un día, mientras está confesando, recibe una amenaza de muerte de un feligrés anónimo. (FILMAFFINITY)
3 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una confesión. Solo basta con una confesión, de durísima introducción, para que nos convirtamos en testigos del “via crucis” testimonial que nos plantea John Michael McDonagh en su película. Con la oscura sombra de la huella de pederastia dejada por la Iglesia Católica durante años, el que fuera guionista de “Ned Kelly” (2003), mete el dedo en la llaga en la figura de un sacerdote, el padre James (Brendan Gleeson) que sin deuda alguna con un mundo del que debería resentirse y no al contrario debe enfrentarse al calvario de improperios por parte de los vecinos de su comunidad parroquial antes de su encuentro con un hombre que ha jurado matarlo por los pecados cometidos por su Iglesia.

McDonagh convierte la penitencia del Padre James en un acto reflexivo para un lugar tan privilegiado como las apartadas playas irlandesas donde su protagonista se interroga sobre un pasado (tiene una inestable hija de un matrimonio del que acabó viudo antes de ordenarse) y su papel fundamental de reconvertido buen hombre, más allá de sus hábitos y antiguos vicios relacionados con la bebida y el orgullo. Pero si cuestionamiento queda muy lejos de los que le rodean, la verdadera espina de un castigo que no le merece.

Espléndido drama acompañado de unas soberbias fotografia banda sonora que acentúan aún más el marcado carácter de la película.
Natxo Borràs
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