Una expedición de científicos halla en alta mar lo que podían ser los últimos vestigios de la civilización conocida como la Atlantida. En su periplo y equipados con una campana de inmersión, un ingeniero (Dough McClure) y un científico (Peter Gilmore) se enfrentarán a toda clase de criaturas marinas de procedencia antediluviana.

Rodado con un prespuspuesto no escaso pero tampoco espectacular, Kevin Connor realizó otro de sus desboradantes films no exentos de imaginación cartón-piedra e imaginería post-Ray Harryhausen tras haber dirigido otras maravillas como "La Tierra Olvidada por el Tiempo" (The Last Time Forgot, 1975), entre otras, y sin dejar de contar con la presencia de uno de sus actores fetiche, el norteamericano Dough McClure, apadrinado bajo la más pura e inconfundible Serie B.

Una fusión de aventuras marinas al más puro estilo Julio Verne es lo que nos depara éste inolvidable largometraje en que, insisto, no supera las cotas exigibles de muchas pelícukas del género.