En nuestra vida vivimos situaciones que marcan nuestra existencia. Acontecimientos que dejan huella y marcan un rumbo distinto a los vividos hasta ese momento. Manchester junto al Mar es un drama profundamente humano. Muestra sucesos que cargamos sobre nuestras espaldas desde el más absoluto silencio. Nos presenta al ser humano sin la máscara que tenemos cada día para evitar sacar nuestras vergüenzas y miedos al exterior.

Obra sencilla, pero magistralmente realizada. Las emociones fluyen sin necesidad de manipulaciones. El ritmo es pausado para que el espectador pueda adentrarse en la historia que contempla. Unos de los aspectos que más admiro en este filme es su honestidad. Es raro encontrar un filme honesto, debido a que el ser humano es propenso a sumergirse en mundos imaginarios y en utopías como escape a la realidad y así evitar ser recordado sobre su débil condición humana, siendo el cine participe de ello. Manchester junto al Mar es fiel reflejo de nuestra humanidad, por lo que a muchas personas no les agradará este filme.

Casey Affleck en el papel principal realiza una interpretación lacónica y solo su mirada es suficiente para mostrar las tribulaciones de su personaje. Un ejemplo de que se puede realizar una buena actuación sin necesidad de recurrir a histrionismos. Filme de gran hermosura que nos invita a reflexionar sobre nuestra condición humana.